La ciudad que pretende limitar a dos horas el uso del móvil
Toyoake, en Japón, pretende sacar a la luz una ordenanza para limitar el uso que se hace de las pantallas. No se valoran sanciones.
Japón, uno de los países más tecnológicos del mundo (ocupa la 13ª posición en el último Índice Mundial de Innovación, elaborado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual), tiene entre sus fronteras a una ciudad que persigue el objetivo de limitar las horas frente al teléfono. Toyoake (69.000 habitantes), en la prefectura de Aichi, quiere evitar que su población pase tantas horas delante de los dispositivos electrónicos.
A través de una ordenanza, pedirá a sus vecinos que reduzcan el tiempo de uso de dispositivos como teléfonos inteligentes, tabletas, ordenadores y consolas. De esta forma, el objetivo es pasar de las cinco horas que actualmente hay de media entre los jóvenes japoneses, según una encuesta de la Agencia Nacional de Niños y Familias, a únicamente dos horas.
La propuesta, desarrollada en la ‘Ordenanza sobre la promoción del uso apropiado de teléfonos inteligentes y similares’, viene impulsada directamente por el alcalde de la localidad, Masafumi Koki. El objetivo, explica el regidor japonés, es “prevenir el uso excesivo de dispositivos que causen problemas de salud física y mental, incluidos problemas de sueño”.
El borrador de la ordenanza, que no prevé sanciones, pide a los estudiantes de primaria que no utilicen los mencionados dispositivos a partir de las 21:00 horas de la noche. En el caso de los estudiantes de secundaria y resto de personas mayores, la recomendación llega una hora más tarde, a las 22:00. Las excepciones a esta normativa serían las actividades académicas y laborales.
Una ordenanza de difícil aplicación
La propuesta pronto ha despertado variedad de opiniones en redes sociales, siendo más numerosas las que detallan las dificultades para llevarla a cabo. “Entiendo su intención, pero el límite de dos horas es imposible”, asegura un usuario; “en dos horas ni siquiera puedo leer un libro o ver una película”, apunta otro.
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El alcalde, sabedor de que no es una tarea sencilla, aclaró posteriormente que el límite de dos horas no sería obligatorio. La ordenanza será sometida a votación la próxima semana y, en caso de ser aprobada, entrará en vigor en octubre. El objetivo de esta medida es promover la autorregulación y la concienciación sobre el tiempo consumido delante de una pantalla.
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