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SOCIEDAD

La ciudad española que recomiendan los británicos para el verano

El rotativo inglés The Sun ha publicado un artículo en el que se defienden las muchas virtudes de Cádiz como destino vacacional, destacando sus playas y su gastronomía

Recientemente ha sido elegida por los lectores de la revista Condé Nast Traveler como la mejor de España. Sus verdes prados, su arena clara o su privilegiada ubicación en Tarifa han convertido sus cuatro kilómetros de playa en una opción que ofrece multitud de posibilidades.
José María Caballero

A los británicos les gusta mucho España -especialmente el trocito de Gibraltar, que no lo sueltan ni con agua caliente-. Y a muchos españoles les gusta que los turistas vayan a sus ciudades playeras a dejarse la paga extra de verano en los chiringuitos y las tiendas de la zona. Es, por lo tanto, una relación simbiótica. Un Quid pro quo. Un tú me rascas y yo te rasco. En cuanto asoma tímidamente el primer rayo de sol de la temporada, las playas del sur se comienzan a teñir de rojo cangrejo. El calmado sonido de la brisa y los pajarillos es sustituido por el grito de guerra “One paella for me, please”.

Es grande el beneficio que trae a las zonas costeras la temporada estival. Los negocios locales pueden aprovechar para hacer caja multiplicando exponencialmente sus ventas ante el aumento momentáneo de la masa de potenciales clientes. No obstante, los grandes atractivos de algunas áreas del país también han provocado otro fenómeno que tiene, indudablemente, su cara negativa. El de la gentrificación. O, dicho de otra forma, que o bajas a la playa a las cuatro de la madrugada o tu sombrilla acaba a medio kilómetro de las olas.

Pero el de la sombrilla no es el único aspecto perjudicial del fenómeno de la masificación. El auge descontrolado de los pisos turísticos empuja al alza el precio del alquiler de muchas ciudades, repercutiendo directamente en el nivel adquisitivo de la población autóctona. Aunque lo que es innegable es que, puestos en una balanza, generalmente son más los bienes que los males que el turismo trae a España. Porque, siendo el clima, la geografía y la gastronomía tres de los mayores activos del territorio ibérico, es casi el destino manifiesto de este rincón del mundo abrir las puertas al que viene de fuera con la intención de pasarlo bien.

No obstante, los propios británicos -guiris para los amigos- se han empezado a dar cuenta de que algunos puntos se este reino se están tornando impracticables por la marabunta de visitantes sedientos de arena fina y agua salada. Por lo tanto, los más avispados, buscan alternativas algo más imaginativas dentro de nuestras fronteras. El diario The Sun, uno de los de mayor tirada de las islas, ha publicado un artículo haciendo una recomendación a aquellos turistas que se agobien con las aglomeraciones. Y no está mal tirada. Defienden las bondades de Cádiz.

Es cierto que esta ciudad es todo un emblema andaluz, y que ni mucho menos es un recodo perdido de la mano de Dios. La urbe recibe cientos de miles de turistas a lo largo de todo el año, y tiene añejos atractivos para satisfacer casi cualquier apetencia. Pero, tal y como señala el medio inglés, su afluencia de gente en verano dista mucho de la de otras zonas como la Costa del Sol, por lo que se presenta como una muy atractiva opción para el extranjero. Flamenco, frituras, playas hermosísimas y una arquitectura armónica que aglutina lo mejor de la cultura patria. Además, por supuesto, de un equipazo de primera. Very attractive todo esto.