La cadena de estética que ha cerrado en España de repente: “Me deben cientos de euros”
La clausura de la famosa cadena estética Centros Único ha hecho que miles de personas hayan dejado sin finalizar un tratamiento ya pagado.
La cadena dedicada a la estética Centros Único, que tiene más de cien locales por todo el país, ha cerrado. Este repentino cierre ha provocado que miles de personas se hayan visto afectadas, pues se encontraban en un tratamiento de depilación que se ha visto interrumpido, en la mayor parte de los casos. Así lo relata una clienta de forma anónima: “Tenía un bono que me han cancelado de repente. Me deben cientos de euros”, lamenta.
Cierre progresivo de establecimientos desde junio
A finales de junio esta empresa cerró sin previo aviso, ni a sus propios empleados y mucho menos a sus clientes, que tenían varias sesiones ya pagadas previamente y sin consumir. Algunos clientes afectados han contado sus quejas en diferentes redes sociales como Telegram, Facebook o WhatsApp, buscando una movilización conjunta para denunciar a la franquicia e intentar recuperar el dinero invertido. Lo único que les dio una pista del posible cierre fue el hecho de que no llegaban algunos productos, según las empleadas.
Este cierre se está produciendo de manera muy progresiva en distintas ciudades de España. Así lo relatan algunos a través de un grupo de Telegram que han organizado: “Nadie me había avisado. He invertido 1.500 euros en tratamientos”, afirma María José en esta red social. Otros cuentan que cuando se enteraron hablaron con algunos trabajadores que afirmaron haber sido despedidos y que todavía se les debía meses de salario.
Una de las primeras organizaciones que dieron la voz de alarma sobre esta situación fue Facua-Consumidores en Acción, que ahora recomienda a los afectados poner una reclamación a la empresa, para que devuelvan el dinero o den al usuario una alternativa para poder continuar con el tratamiento en otro centro. Si el pago de estos tratamientos se está realizando a plazos, han de reclamar a la empresa y cancelar desde el banco dichos pagos. Incluso, si los tratamientos se contrataron poco antes del cierre, pueden denunciarlo como estafa.
Recopilar toda la información que se tenga: desde facturas a folletos publicitarios
Por otra parte, desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), afirman que las posibilidades de recuperar el dinero son muy reducidas. Además, ha emitido una serie de recomendaciones a los damnificados si su centro ha cerrado. En primer lugar, recomiendan recopilar toda la información que se tenga: desde facturas hasta folletos publicitarios. Posteriormente, hay que reclamar a la entidad por escrito (se puede dirigir al domicilio social o Registro Mercantil si el local está cerrado).
También es importante reclamar a los Servicios de Consumo los posibles perjuicios que haya ocasionado el cierre y, si se da el caso de que se ha sufrido una mala praxis, se ha de reclamar también a las Autoridades Sanitarias de la comunidad autónoma en la que se encuentre. Si se ha solicitado un crédito económico vinculado al contrato, hay que dirigirse por escrito al departamento o servicio de atención al cliente de la entidad financiera para solicitar la anulación del mismo. Si no se obtiene respuesta en dos meses, hay que presentar una reclamación ante el Banco de España.
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