La broma que le ha costado 100.000 euros: hizo que despegara un caza
En el verano de 2022 un joven hizo saltar las alarmas al mandar un mensaje en un grupo privado antes de subirse a un avión hacia Menorca. En él, decía que iba a “estallarlo”.
En el verano de 2022, un joven británico pensó que podría ser buena idea hacer una broma alertando de una amenaza de bomba en un avión que hacía un trayecto entre Londres y Menorca. Una broma de mal gusto que el propio joven reconocía y por la que el Ministerio de Defensa de España tuvo que desplegar uno de sus cazas para escoltar al avión de pasajeros de la compañía EasyJet.
Hoy la Audiencia Nacional ha juzgado los hechos, le imputa un delito de desórdenes públicos y le solicita una multa de 22.500 euros, según el escrito de la acusación, al que ha tenido acceso Europa Press. Además, a sanción se le suma una indemnización de casi 95.000 euros para el Ministerio de Defensa, después de que el caza fuera desplegado para escoltar al avión hasta confirmar su aterrizaje.
De acuerdo con el relato de lo ocurrido, Aditya Vermase encontraba en el aeropuerto de Gatwick (Londres) frente al mostrador de facturación antes de coger el vuelo. Entonces, envió un mensaje en la aplicación Snapchat al grupo privado de amigos con los que volaba. Una imagen suya con la frase “de camino a estallar el avión, soy miembro de los talibán”. Ante las preguntas del Ministerio Público, el joven se ha defendido alegando que su mensaje era en un contexto privado y en un grupo en el que bromean con él debido a su origen indio.
Según añade, ese mensaje “no debía llegar a nadie más”, al tiempo que asegura que su intención no era asustar a las personas con las que compartía vuelo. Pero el mensaje, según Fiscalía, fue captado por los servicios de seguridad de Reino Unido cuando el avión se encontraba sobrevolando el espacio aéreo francés, por lo que procedieron a avisar a las autoridades españolas. Tras eso, un caza Eurofighter fue desplegado para escoltar al vuelo.
Pensó que eran maniobras por la guerra en Ucrania
Aunque la alarma no afectó al normal funcionamiento del aeropuerto y el avión aterrizó sin mayores problemas, las autoridades optaron por estacionarla en una zona alejada de la terminal y del resto de aeronaves. Siguiendo con su relato, Verma asegura que lo último en lo que pensó al ver el caza del Ejército es que estaría relacionado con el mensaje enviado a sus amigos. En su lugar, afirma, creyó que estaría relacionado con la guerra en Ucrania, que había comenzado unos meses antes.
“Pensé que era algo relacionado con el conflicto”, asegura, antes de recordar las palabras del comandante del avión, quien explicó que “había realizado un error de comunicación y que había enviado una señal por error, pero que lo estaban arreglando y que los cazas dejarían de seguirles”.
Sin vínculos yihadistas
El análisis del teléfono del acusado, aunque desveló conversaciones en las que se interesaba por los enfrentamientos entre Pakistán e India (algo razonable por sus orígenes) y la posibilidad de un atentado en la zona, no indicó vínculos con el radicalismo yihadista. De este modo, señala uno de los peritos de la Guardia Civil, “daba la impresión de que fuera una broma”.
El fiscal, por su parte, afirma que el acusado sabía lo que estaba haciendo al “simular” ser un talibán, y califica lo ocurrido como una broma pesada. Según su punto de vista, el artículo 561 del Código Penal, que hace alusión a falsas alarmas de bomba, tipifica la conducta del joven. Algo con lo que coincide la Abogacía del Estado, que considera que la captación de la imagen por parte de las autoridades británicos fue a través de la red wifi fue de forma legal.
Artículo 561 del Código Penal
Quien afirme falsamente o simule una situación de peligro para la comunidad o la producción de un siniestro a consecuencia del cual es necesario prestar auxilio a otro, y con ello provoque la movilización de los servicios de policía, asistencia o salvamento, será castigado con la pena de prisión de tres meses y un día a un año o multa de tres a dieciocho meses.
Previamente, se había supuesto que alguno de los jóvenes podría haber compartido la imagen fuera del grupo que todos comparten. Un extremo desmentido tanto por el acusado como por uno de los amigos, asegurando que cuando se reenvía a terceros contenido del chat salta una notificación, que en dicho momento no se dio. En su lugar, pudo ser captada a través de la red wifi del aeropuerto de Gatwick, que podría haber usado algún miembro del grupo para ver el chat.
Piden que Reino Unido asuma la multa
Finalmente, desde la defensa del acusado señalan que la jurisprudencia al respecto exige que la broma sea creíble. Y, según defienden, “no lo es cuando todos se suben al avión y cuando se sorprenden al ver el caza”.
El alegato de la defensa añade que el encausado “no tenía intención de movilizar a los servicios de emergencias”, pues era una broma que no debía haber salido del ámbito privado. Finalmente, asegura que la multa es desproporcionada y exige que el gasto derivado del caza sea asumido por el Gobierno de Reino Unido “por vulnerar la intimidad” del joven.
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