La avispa asiática amenaza a España: “Es un serio riesgo”
Esta especie de avispa supone un riesgo para la salud humana y un gran impacto para el medioambiente y para la economía de nuestro país ya que se alimentan de abejas.
No es la primera vez que llegan avisos a nuestro país por la llegada de especies invasoras de cualquier tipo, como en su momento fue la del mosquito tigre en comunidades como Andalucía. Ahora el turno le toca a Galicia con la avispa asiática cuya presencia es mayor que las autóctonas y que está causando consecuencias a niveles de salud, medioambiente y economía.
Los últimos datos de la Xunta de Galicia apuntan que este tipo de insecto se ha multiplicado este año, con respecto a 2022, en un 56% y las notificaciones que alertan de su presencia han superado ya las 43.000. El ayuntamiento de Pontevedra ha hablado de “hasta 10 nidos por metro cuadrado”. De hecho, Xesús Feas, miembro de la Academia de Ciencias Veterinarias y experto en esta especie, ha advertido de su riesgo a “20 minutos”: “es un serio peligro para la salud humana ya que [las picaduras] pueden desencadenar en reacciones alérgicas graves”.
La cifra en España de las muertes por picaduras de avispas o abejas, según datos dado por un estudio de Feás a “20 minutos”, es de 78 personas, de las que 28 se dieron en Galicia mostrando que el 2,2 de los fallecimientos tuvieron lugar allí y que muestran un problema.
Problemas medioambientales y económicos
El problema se extiende más allá cuando hablamos de medioambiente y economía. La avispa asiática se alimenta en un 80% de abejas, lo que supone un gran impacto en el sector de la apicultura pues, según el propio Feás, “se trata de una ganadería muy especial. Las pérdidas de miel se sitúan en torno al 65% de las colonias de abejas”.
Por esta razón, los apicultores tienen que invertir en una serie de medidas para protegerse de este espécimen y que según explica a “20 minutos” Mariam Ferreira, investigadora de la Universidad de Santiago de Compostela, “[estos métodos] tienen un coste de hasta 8 millones de euros anuales”.
Aunque no es el único sector que tiene que lidiar con la avispa asiática, también el frutícola ya que se comen la propia uva: “Si no se la comen completa, dejan una herida que puede arruinar los racimos completos”. Además, han alertado que ya en ciertos trabajos tienen “temor” ya que la mordedura es mayor al de las otras abejas. “Hay miedo en ciertos trabajos forestales o en la recogida de frutas”.
La expansión no va a reducirse
Según afirma Miriam Ferreira, “la expansión está siendo muy fuerte y llegará a todo el territorio nacional” y también son capaces de adaptarse bastante bien por varios factores:
Falta de previsión
Existen unos sistemas de control que usan los expertos para tratar con estos problemas como arpas eléctricas o “trampeo”, que aunque sea el método más común, afecta a otros animales que no sean de peligro y, de hecho, sean de ayuda para el ecosistema.
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico “ya está trabajando en otro tipo de trampas que permitan hacer capturas mucho más selectivas y se tiene un plan de control en coordinación con todas las comunidades autónomas”. No obstante, Feás ha dejado claro que se tendría que realizar una previsión mayor o habrá que “aprender a convivir” con esta especie de avispa.