La Armada monitoriza tres buques rusos en aguas españolas
Se trata del Iván Green, el Aleksander Otrakovsky y el petrolero Kola. Una vez identificados, se realizó un seguimiento hasta el cruce fronterizo con Portugal.
Dos patrulleros de la Armada, el Atalaya y el Vigía, monitorizaron la pasada semana -y hasta este mismo martes- el paso por aguas de soberanía nacional de una agrupación rusa formada por tres buques de asalto anfibio. Una noticia, cuanto menos, impactante.
Sí, hablamos del Iván Green, el Aleksander Otrakovsky y el petrolero Kola. Una vez identificados estos citados buques de la federación rusa, se ha realizado un seguimiento exhaustivo hasta el cruce fronterizo con Portugal, donde fue relevado por la fragata portuguesa Bartolomeu Dias.
Situación controlada
“Hemos localizado un grupo de tres unidades rusas mientras se realizaba una operación de vigilancia y seguridad marítima en aguas de soberanía española en el noroeste peninsular”, ha precisado recientemente la Armada. Unas declaraciones recogidas por ‘EFE’.
Ante este panorama, el departamento castrense ha indicado que se ha efectuado “presencia naval reforzada en aguas de soberanía española tras la presencia” de las embarcaciones, a cuyo término el Atalaya regresó a su base del Arsenal Militar de Ferrol.
Aspectos a tener en cuenta
Por su parte, tras su activación como unidad transferida al Núcleo de Fuerza Conjunta NFC-1, el ‘Vigía’ ha relevado (desde el sábado al martes) al buque portugués en su monitorización de la una agrupación conformada por tres unidades de la Marina de la Federación Rusa, a su paso por aguas del Golfo de Cádiz.
El patrullero español, cabe destacar, se encontraba realizando cometidos de vigilancia y seguridad marítima, monitorizando la línea de tráfico marítimo que une el cabo de San Vicente con el estrecho de Gibraltar, la única conexión entre el mar Mediterráneo y el océano Atlántico.
Episodios similares
No es la primera vez que ocurre un episodio similar. Ya en septiembre, la Armada española interceptó cinco buques rusos en aguas del Mediterráneo oriental. Algo que, como era de esperar, generó cierta polémica entre varios expertos en las redes sociales.
En las interacciones con esos barcos de la marina rusa, no existió ninguna situación de tensión porque los mandos de la misión de la OTAN manejaron un protocolo de seguridad establecido para no entrar en situación de malentendido y evitar cualquier situación de escalada violenta.
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