Jorge García-Dihins, médico: “Necesitamos variedad, no debemos estar siempre a 20º en invierno”
Este experto recomienda salir al trabajo sin abrigo, entre otros consejos. “Sal fuera, exponte al frío, exponte a la luz natural”.
La llegada del invierno supone una mala noticia para millones de españoles, aquellos a los que se les queda el cuerpo helado a la mínima bajada de las temperaturas. Un periodo de tiempo en el que las estufas y otros sistemas de calefacción domésticos rinden a al máximo nivel, a fin de garantizar el bienestar dentro del hogar.
Sin embargo, hay ocasiones en las que es bueno ‘enfrentarse’ a ese frío propio de esta época del año. Así lo asegura el médico Jorge García-Dihinx, pediatra del Hospital San Jorge de Huesca. Este experto asegura que la exposición al frío actúa como un “estresor térmico necesario para el organismo”, apuntando a una serie de beneficios de la exposición al frío y que contrarrestan con un estilo de vida marcado por “el control constante de la temperatura”.
Porque, añade, con temperaturas constantes de 20 grados, se evitan los picos naturales de cortisol y no hay cambios térmicos que ayuden a activar nuestro organismo. “Uno de los beneficios de exponerse al frío de la mañana es que es un estresor térmico para que tengamos un pico de cortisol matutino en esta curva plana que tenemos en invierno por falta de luz y por este sedentarismo térmico de estar siempre a 20 grados”, explica en sus redes sociales.
Evitar el sedentarismo térmico
Según explica, el estrés del frío tiene un efecto en el bienestar emocional, al generar “un pico de dopamina que alegra un poquito estos días tristes de invierno”. ¿Y cómo exponerse al frío? García-Dihinx recomienda ir al trabajo sin abrigo o, una vez allí, salir a la calle cada cierto tiempo. “Evita el sedentarismo térmico y lumínico de la vida moderna”.
Y, además, esta exposición al frío tiene un beneficio para el metabolismo, al ayudar a producir grasa parda. “Es ese tejido adiposo que genera calor, que ayuda también a perder peso”, explica. Una grasa que permite a los recién nacidos a generar calor sin necesidad de temblar, y que se pierde debido al sedentarismo térmico.
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Por último, concluye su recomendación de exponerse al frío con un discurso final. “Sal fuera, exponte al frío, exponte a la luz natural y sal de ese sedentarismo térmico y lumínico que tenemos en invierno. Tu salud y tu alegría aumentarán”.
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