Israel aumenta sus ataques y las enfermedades infecciosas comienzan a propagarse
En el contexto de la guerra entre Israel y Hamás, los ataques en las últimas horas se han incrementado. Ahora bien, los contagios de enfermedades respiratorias y diarreicas, entre otras cosas, preocupa a la OMS.
El Ejército de Israel continúa profundizando su ofensiva en la zona sur de Gaza a poco más de 24 horas para que termine este 2023. Mientras, la extensa propagación de las enfermedades infecciosas entre la población de la Franja es una temática que preocupa a las autoridades, sobre todo a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En este día 84 de su guerra con Hamás, las tropas israelíes han incrementado las operaciones en la ciudad de Jan Yunis y zonas del entorno como Khirbat Ikhza, donde combaten mayoritariamente con terroristas palestinos y aseguran que mataron a docenas de ellos.
El aspecto más negativo del conflicto
En paralelo, localizan túneles, incautan armamento y explosivos de la organización política y paramilitar palestina que se declara yihadista, nacionalista e islamista en la zona. Unos ataques que igualmente ocurren por el resto de la Franja, en un paraje cada vez más destruido.
Pero esto no es lo peor: la supuesta cifra de palestinos muertos está al alza. De hecho, este pasado viernes aumentaron a más de 21.500 desde el estallido de la guerra el 7 de octubre, según datos de Hamás, cuando los terroristas lanzaron un ataque por sorpresa y sin precedentes contra Israel que se saldó con más de 1.200 fallecidos.
Desde entonces, y a pesar de la presión internacional y denuncias como la de Sudáfrica -país que denunció a Israel por genocidio en Gaza ante la Corte Internacional de Justicia-, el Gobierno israelí sigue firme en su voluntad de seguir la guerra “hasta el final” para “desmantelar a Hamás”.
La otra cara de la guerra
En este contexto, también es conveniente señalar la gran preocupación del director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, por la creciente amenaza de enfermedades infecciosas en Gaza, influenciada por el rígido cerco israelí que limita la entrada de suministros básicos.
Por si esto fuera poco, los contagios de enfermedades respiratorias y diarreicas aumentan exponencialmente con la falta de agua potable, el masivo desplazamiento forzado y el hacinamiento de personas en los campos de refugiados. Todo esto mientras más de la mitad de los hospitales no funcionan correctamente y otros se encuentran bajo asedio.
“Unas 180.000 personas padecen infecciones en vías respiratorias superiores, hay 136.400 casos de diarrea -la mitad en niños menores de cinco años-, unos 55.400 casos de piojos y sarna, 5.330 casos de varicela, así como más de 42.000 casos de erupción cutánea y 126 casos de meningitis”, ha manifestado este investigador de sanidad pública en ‘X’ (anteriormente conocido como Twitter).
A su vez, el COGAT -oficina israelí para la coordinación de asuntos civiles en territorio palestino ocupado- ha anunciado recientemente que ha permitido en coordinación con Unicef la entrada de 49.000 dosis de vacunas a Gaza para prevenir enfermedades como la polio, la tuberculosis, la hepatitis, la difteria, el tétanos o la meningitis.