Sociedad

Intenta colar 36 euros de cigalas en una bolsa de mejillones, le cazan tras 14 años en el puesto y todo acaba en despido procedente

La trabajadora alegó que los productos estaban en mal estado, pero la empresa comprobó que la cantidad faltante era significativa y la justicia respaldó la sanción

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MarisaMurillo
David Cuéllar
Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y actualmente estudiante del Máster en Periodismo Multimedia Profesional en la misma institución, su trayectoria académica y profesional está marcada por una pasión por la escritura que le acompaña desde la infancia.
Actualizado a

El Tribunal Superior de Justicia de Galicia ha confirmado como procedente el despido de una trabajadora que intentó llevarse cigalas y huevas de más de 36 euros camuflados en una bolsa de mejillones que valía tan solo 1,65 euros.

Todo esto ocurrió en diciembre de 2023, cuando una mujer que era auxiliar en la sección de pescadería de un supermercado situado en una localidad de A Coruña cometió este acto delictivo metiendo en una bolsa 600 gramos de mejillones, 725 de cigala viva y dos bolsas de hueva.

Esta bolsa fue apartada en una mesa de la sección mientras continuaba trabajando, pero horas más tarde llegó un pedido de un kilogramo de mejillones de un cliente habitual.

Entonces, los trabajadores cogieron esta bolsa apartada y, cuando la receptora abrió el pedido en el restaurante, encontró toda la sorpresa. En la etiqueta ponía que esa bolsa valía solamente 1,65 euros, pero la realidad era que la adquisición era “20 veces menor que el propio de los artículos habidos en el interior”.

La trabajadora, cuando terminó de trabajar, preguntó por la bolsa que había apartado dado que “no resultaban ya aptas para su comercialización”, puesto que llevaba a la venta desde hacía 2 o 3 días.

La empresa detecta el fraude y actúa

Desde la tienda comprobaron si esto era cierto y descubrieron que era falso que las cigalas estuvieran en mal estado. Además, vieron que deberían haber entrado unos 2 gramos y se habían vendido 425, faltando 725 gramos, que correspondían con lo encontrado en el producto.

Tras estos sucesos decidieron mandarle una carta de despido disciplinario a finales de diciembre de 2023 por una transgresión de la buena fe contractual.

La mujer decidió denunciar al supermercado, pero el Juzgado de lo Social nº 3 de Santiago de Compostela desestimó su demanda y dio por bueno el despido.

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La trabajadora despedida llevó el caso al TSJ de Galicia, que acabaría confirmando la sentencia anterior.

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