Relaciones

Inma Muñoz, experta en relaciones, da la clave del ‘cuddlegasm’, la nueva tendencia entre las parejas españolas: “No es mágico”

Una experta nos cuenta a Diario AS que esta tendencia activa todas las hormonas que generan placer, y calma, activando partes del cerebro que dan seguridad.

Shot of two people holding hands in comfort CARICIAS
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Laura Martin Sanjuan
Cosecha del 81. Licenciada en Periodismo. Desde 2017 en Diario AS. Si hay un directo, estará tecleando. Sino, estará buscando una entrevista, un destino por descubrir o un personaje al que conocer.
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¿Nos hemos olvidado de la importancia del contacto? ¿Del piel con piel? ¿Del placer que puede dar un paseo agarrados de la mano de una persona con la que te sientes en calma? ¿De la relajación que produce ver una película mientras te acarician las piernas? ¿Hemos desterrado el besarse por besarse sin que tenga que acabar todo en una relación sexual? A esos ‘mimos’, las tendencias del lenguaje los han denominado ‘cuddlegasm’, la práctica afectiva que encuentra placer en los abrazos y caricias, en el contacto sin ir más allá.

Hablamos con Inma Muñoz Sánchez, especialista en Psicología Sanitaria y Sexología, del equipo de Trilum Psicología y miembro de Top Doctors Group, para conocer esta ‘nueva tendencia’, que en el fondo sólo busca el placer por contacto, un contacto tierno, un contacto tranquilo, de confianza, de necesitar casi más ese contacto para calmar cuerpo y mente, sin que se esté pensando en ir más allá (o sí, cada uno es libre).

Pregunta - ¿Qué el ‘cuddlegasm’?

Respuesta - Cómo seres humanos que somos, nos gusta clasificar y nombrar las cosas, es una forma que tenemos de entendernos mejor, aunque hay veces que nos haga perdernos en todas las terminologías (también porque muchas están en inglés). En concreto el término “cuddlegasm” no es un concepto científico formal, pero se usa de manera coloquial para describir una sensación intensa de placer, bienestar o euforia que algunas personas experimentan al abrazar, acurrucarse o tener contacto físico afectivo con otra persona, especialmente en un contexto íntimo, tierno y/o emocionalmente seguro.

P - ¿Nos hemos olvidado de la importancia de la piel, de tocarnos, incluso de darnos la mano?

R - Cada persona tiene unos requisitos en sus relaciones sexuales. ¿A qué me refiero? Que hay personas por ejemplo que te dicen que sin besos no quieren una relación sexual, que es parte imprescindible de ella. Al igual, hay muchas personas que ponen este contacto con la piel, ya sea en modo de abrazo, de caricias o mimitos como algo que es necesario siempre o simplemente como algo que les gusta. Igualmente, hay gente que puede decir que las cosquillas no las soporta, la intensidad en esas caricias puede ser parte de esos requisitos.

P - Los detalles como esos, como ir sin prisa, acariciando un hombro, el cuello, a veces sin más objetivo, las famosas ‘hazme cosquillas’ que todos hemos dicho, ¿lo hemos desterrado?

R - No diría que se ha desterrado exactamente. Bien es cierto que vivimos en una sociedad en la que el ritmo de vida va de la mano de las prisas, pero creo que también estamos teniendo más libertad y más visibilidad de la diversidad sexual. Creo que tanto nuestros abuelos o bisabuelos como nosotros seguimos influenciados por nuestra cultura, con una herencia de que follar es pecado, regida por la reproducción y sin una comunicación real en la mayoría de parejas sobre qué nos gusta en la cama (y muchas veces ni conocimiento de que nos gusta).

P - Se habla de relaciones rápidas, fugaces, pero hay muchas parejas que van más allá y son la resistencia.

R - Si te refieres a relaciones fuera de la norma, como puede ser movimientos más relacionados con el sexo tántrico, que últimamente se habla mucho de ellos, sí, ahora parece que hay más visibilidad. Internet ayuda mucho para esto y al mismo tiempo también desinforma. Tenemos tantas fuentes de información disponibles que hay que buscar las que sean fiables. No hay más que ver la cantidad de gente que hace un curso de coach y ya da cursos de sexualidad siendo ingeniero, por ejemplo... Y por mucho que estemos desde el colegio de psicología intentando combatir (ya que los medios legales no nos ayudan nada en esto) este tipo de formaciones sin formaciones cualificadas, se siguen dando.

P - ¿Existe evidencia científica que respalde el concepto de “cuddlegasm”?

R - Este término se usa coloquialmente, no vamos a encontrar ningún artículo científico que lo mencione como tal. Sí podemos encontrar estudios y meta análisis relacionados con el contacto físico (“afectivo, touch” en inglés), sus diferencias entre hombres o mujeres, como provoca una respuesta placentera en nuestro sistema nervioso o como ayuda a reducir sentimientos de exclusión social.

P - ¿Qué mecanismos fisiológicos o neurológicos podrían estar involucrados en una experiencia de placer intenso durante el contacto afectivo no sexual?

R- Cuando alguien te acaricia suave y con cariño (no vale como un perro pesado que quieres que se vaya y te deje en paz), tu cuerpo libera oxitocina (la hormona del amor) y activa partes del cerebro que te hacen sentir placer y seguridad. Este tipo de contacto también relaja el sistema nervioso y reduce el estrés. Por lo tanto, no es mágico, pero es un factor de protección ante el estrés y de fomento del bienestar, o dicho de una forma más simple, es una actividad que nos gusta, nos produce placer y resulta agradable, por lo que nos puede tranquilizar si estamos en un momento malo de estrés y malestar.

P - ¿Cómo se diferencia un “cuddlegasm” de una respuesta sexual convencional o de un orgasmo?

R - A ver, es que es un término muy variado. No tiene porque implicar que tengas un placer tan intenso como un orgasmo, no tiene porque existir una excitación sexual (parte de la respuesta sexual convencional), sino que lo importante en esta práctica es más el contacto físico y la respuesta emocional que genera. No tienen tanto que ver con provocar una liberación sexual, sino con generar bienestar, conexión y calma.

P - ¿Es común que las personas reporten sensaciones intensas de placer o éxtasis durante abrazos prolongados o caricias afectivas?

R - Sí. Las hormonas de las que hablaba antes tienen que ver en esto. La oxitocina y la activación de determinadas zonas cerebrales está relacionada con el contacto físico afectivo. Por lo tanto es normal que la gente tenga la sensación de placer, calma y profundo bienestar con abrazos largos y caricias.

P - ¿Podría estar relacionado con la liberación de oxitocina, dopamina u otras hormonas del bienestar?

R - Sí, tiene que ver con todas las hormonas que generan placer, calma o relacionadas con el sistema de apego.

P - ¿Hay perfiles psicológicos o emocionales más propensos a experimentar este tipo de respuesta?

R - A ver, alguien que tenga aversión por el contacto físico (estoy siendo muy exagerada para que se entienda) es imposible que coja esta práctica como su favorita y le genere todo esto que estamos comentando. Claramente, cuanta más necesidad de conexión emocional tenga una persona, sumado a que valore mucho el contacto, va a sentir más intenso el cuddlegasm. Tenemos que recordar también que la piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y también uno de los más sensibles, ya que tiene muchas terminaciones nerviosas.

P- ¿Cómo influye la cultura o la educación afectiva en la forma en que se experimenta el contacto físico no sexual?

R - La cultura y la educación nos influye en todo lo que vivimos en nuestra vida. No estamos aislados, somos seres sociales. Incluso, no decir nada sobre algo (como pasa con el tema sexual por ser tabú) ya nos está educando (con que es algo relacionado con el miedo, la vergüenza o la culpa). Si en nuestra cultura tocarse y abrazarse es algo normal, común, será más fácil disfrutar de estos abrazos y caricias, mientras que habrá otras personas de culturas que pueden sentirse incómodas porque lo siente extraño o raro.

P - ¿Podría el “cuddlegasm” tener implicaciones terapéuticas en contextos de salud mental o bienestar emocional?

R - Puede ser un elemento protector y que proporcione bienestar, pero tampoco es nada mágico. Puede ser un granito de arena en un proceso terapéutico, puede ser un elemento que busquemos cuando nos encontramos mal, puede ser algo que incluyamos en nuestra rutina para generar bienestar como quien da un paseo por el campo... pero no es la clave para sanar en un sencillo y único paso.

P - ¿Qué papel juega la conexión emocional o la confianza en la intensidad de estas experiencias?

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R - Son claves, ya que si no están el contacto físico se puede sentir incómodo, incluso lo podemos vivir con ansiedad, por lo que ya las hormonas que producen placer no aparecen y en su lugar se activa todo el sistema de alerta de nuestro cuerpo, haciendo que no sea esa experiencia tan gratificante de la que hablábamos y se pueda vivir como desagradable o invasiva.

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