Imágenes satelitales muestran los daños del terremoto en una destacada base rusa de submarinos nucleares
Una de las instalaciones estratégicas de la Flota del Pacífico rusa fue golpeada por olas de hasta cinco metros, aunque no hay indicios de daños submarinos.

Una base clave de submarinos nucleares de la Armada rusa en la península de Kamchatka sufrió daños visibles tras el potente tsunami generado por un terremoto de magnitud 8,8 que sacudió la región el pasado miércoles, según revelan unas imágenes satelitales analizadas por The Telegraph y captadas por la empresa estadounidense Umbra Space.
Las olas, que alcanzaron los cinco metros en algunas zonas del litoral oriental ruso, golpearon la base naval de Rybachiy, situada en la bahía de Avacha, cerca de Petropavlovsk-Kamchatski, donde se encuentran amarrados submarinos de propulsión nuclear de la clase Borei y Delta, los más cercanos a Estados Unidos dentro del territorio ruso.
Las imágenes, de radar por apertura sintética (SAR) y tomadas el jueves por la mañana tras el impacto del tsunami, muestran que una sección del muelle principal ha quedado doblada en un ángulo anormal, posiblemente arrancada de sus amarres. Las instantáneas, comparadas por The Telegraph con fotografías del 17 de julio, confirman que antes del evento se encontraba un submarino en esa ubicación, aunque en el momento del tsunami no se registró la presencia de ninguno, según observaciones satelitales.
El Dr. Sidharth Kaushal, del Royal United Services Institute (RUSI), consultado por el diario inglés, ha aclarado que el daño no parece afectar directamente a las naves nucleares. “No hay señales de impacto en la flota submarina. Parece que se trataba de un barco de superficie amarrado al muelle, no de un submarino”, aseguró.
¿Riesgo estructural o incidente menor?
Aunque el impacto no se considera de alta relevancia militar inmediata, expertos como Tom Sharpe, comandante retirado de la Marina Real británica, han advertido sobre las consecuencias logísticas. “El muelle ha quedado en un ángulo terrible, lo que dificultaría la entrada o salida de un buque”, explicó para The Telegraph. También señaló la presencia de un remolcador en la zona dañada, posiblemente movilizado para iniciar reparaciones.
“Si una ola fue capaz de doblar una estructura como esa, ¿qué más pudo haber hecho dentro del complejo?”, planteó Sharpe. En este contexto, Los submarinos en mantenimiento, que no pueden zarpar rápidamente, serían particularmente vulnerables, aunque los muelles nucleares están diseñados para resistir impactos sísmicos.
Rybachiy es una de las instalaciones más sensibles de la Flota del Pacífico rusa. A tan solo 120 kilómetros del epicentro del sismo, la ubicación fue golpeada por el tsunami aproximadamente 15 minutos después del temblor. Aunque Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, aseguró por medios oficiales que no hubo víctimas y que la “resistencia sísmica” de las instalaciones funcionó como estaba previsto, el incidente ha generado cuestionamientos estratégicos.
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Algunos analistas ya se preguntan si es prudente concentrar una parte tan significativa de la capacidad disuasoria rusa en una sola base, especialmente en una región sísmicamente activa. Mientras tanto, Moscú podría verse obligada a revisar sus estándares de infraestructura naval, particularmente en estructuras como el muelle dañado, cuya sección superior —a diferencia de otros muelles de hormigón— parece haber sido una plataforma flotante más vulnerable. “Parece un clásico ruso. Con cinta adhesiva”, ironizó Sharpe.
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