¿Hay que poner el intermitente en una rotonda? La DGT aclara algo que muchos españoles hacemos mal

Uno de los elementos de tráfico más comunes en toda España son las glorietas. Cualquier conductor circula por varias rotondas, pero no todos saben hacerlo siguiendo las normas de la DGT. Cuándo ceder el paso, qué carril elegir y, sobre todo, cómo usar los intermitentes son algunas dudas que muchos españoles tienen a la hora de conducir en una rotonda.

Uso de los intermitentes

Aunque algunos conductores no lo tienen claro, las reglas marcadas por la Dirección General de Tráfico sobre el uso de los intermitentes en las rotondas son muy sencillas, e indican que “solo es necesario utilizarlos al salir y al cambiar de carril”.

Por lo tanto, no hay que poner el intermitente al entrar a la rotonda, porque la circulación no permite otra posibilidad y no es necesario indicar el ingreso. Tampoco hay que usar el intermitente izquierdo para señalar que se va a seguir circulando por la rotonda y que no se va a tomar la salida. Este último es uno de los errores más comunes, y es que aunque es una manía adquirida por muchos conductores españoles, solo se debe usar el intermitente izquierdo si se va a cambiar de carril dentro de la rotonda.

Otro apunte de la DGT a la hora de circular por una rotonda es que todo conductor debe señalizar con suficiente antelación y usando el intermitente derecho su salida de la glorieta.

Indicaciones para circular por una rotonda

Además del correcto uso de los intermitentes, la DGT establece otras reglas para la circulación por las rotondas. Por ejemplo, los conductores deben reducir la velocidad al entrar a una rotonda ya que más de la mitad de los accidentes en las glorietas se producen en la entrada.

También se aclara que quienes ya están circulando por la rotonda tienen preferencia y, por lo tanto, los vehículos que quieran entrar en ella deben ceder el paso. En cuanto al uso de los carriles, se recomienda circular por el carril exterior para evitar cruces. Solo es aconsejable usar carriles interiores si se va a realizar un cambio de sentido o un recorrido largo en la propia rotonda.

Multas por infracciones en rotondas

Hay cinco multas que la DGT te puede poner en una rotonda. La cifra puede ascender hasta los 500 euros por no guardar la distancia suficiente, por exceso de velocidad o por salir mal de una rotonda. También te podrán multar con hasta 200 euros por cambiar mal de carril o por incumplimiento de la prioridad.

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