Hallan en un lago el cadáver del cocinero personal de Obama
Tafari Campbell, de 43 años, entró en la Casa Blanca cuando George W. Bush era presidente y se mantuvo con Obama, quien, una vez concluyó su mandato, le pidió trabajar en su residencia.
Un suceso se ha robado el protagonismo de las cabeceras norteamericanas durante el inicio de esta semana. El cuerpo sin vida de Tafari Campbell, quien fuera cocinero personal de Barack Obama desde su ingreso en la Casa Blanca, ha sido recuperado a las diez de la mañana de este lunes por un equipo de buzos después de haber desaparecido en un estanque cercano a la finca del expresidente, en la isla de Martha’s Vineyard. Tenía 43 años.
Las sospechas comenzaron cuando, el mismo domingo, las autoridades recibieron una alerta de un practicante de paddleboard: una persona que estaba haciendo surf de remo había desaparecido tras sumergirse. Rápidamente se desplegó el dispositivo de rescate, que comenzó a operar por la noche. Cuando dieron con el cadáver había pocas dudas acerca del relato policial. Se había ahogado. Era Campbell, el ‘chef de los Obama’.
“Era parte de la familia”
Tanto el exmandatario como su esposa, Michelle Obama, han difundido un comunicado en el que lamentan lo ocurrido. Las líneas que componen el texto desprenden un tono cercano, cariñoso, ya que, según se puede leer, “Tafari era parte de la familia”. Han insistido en todos los recuerdos de la época en la que trabajaba en la cocina del Despacho Oval, retrocediendo atrás en el tiempo en una carta pública cargada de nostalgia.
“Cuando lo conocimos, era un talentoso sous chef en la Casa Blanca, creativo y apasionado por la gastronomía y su capacidad para unir a las personas. Con el paso de los años, lo conocimos como una persona cálida, divertida y extraordinariamente amable, que iluminaba nuestras vidas”, recoge el emotivo documento.
Empezó como chef de George W. Bush
Campbell se había graduado en una escuela culinaria de Virginia. Y hasta había llegado a ser dueño de su propio restaurante durante algún tiempo. Pero todo cambió cuando solicitó, con éxito, trabajo en la Casa Blanca. El presidente era George W. Bush, y por entonces ya había despuntado entre los fogones: una vez llegó Obama al poder, únicamente permanecieron cuatro cocineros de todos los que conformaban el equipo. Él era uno de ellos.
Su creatividad, encumbrada con la cerveza Honey Ale, que patentó utilizando la miel del jardín South Lawn de Michelle Obama, y su cercanía risueña crearon un vínculo especial entre Campbell y la familia presidencial. “Es por eso que, cuando nos preparábamos para dejar la Casa Blanca, le pedimos a Tafari que se quedara con nosotros, y generosamente aceptó. Ha sido parte de nuestras vidas desde entonces, y nuestros corazones están destrozados por su partida”, termina la carta.