Hace 1.500 llamadas sin éxito en dos meses, la empresa la despide por una triple causa y la Justicia dicta sentencia con procedente
Una empleada de televentas con más de siete años de antigüedad en su compañía.
El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco confirmó el despido disciplinario de una empleada de televentas que tenía más de siete años de antigüedad en su empresa, desestimando el recurso que esta presentó. Se consideró que la trabajadora había incumplido gravemente sus obligaciones laborales.
La empresa alegó tres motivos por los que había decidido despedirla: disminución continua de su rendimiento, incumplimiento de la buena fe y retrasos repetidos. Señalaron que en los últimos dos meses su producción había disminuido de forma notable pese al gran número de contactos con clientes, más de 1.500 llamadas sin éxito alguno.
Un gran número de llamadas sin resultado alguno para la empresa
La empleada usaba el ordenador de la empresa para actividades personales, realizando cursos online y compras, ignorando las recomendaciones sobre fumar en la oficina y el registro de asistencia. Es por todo esto que el Tribunal consideró que el despido era legal.
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Se consideró que la trabajadora no había logrado refutar las pruebas de disminución prolongada de su productividad, así como el incumplimiento de sus obligaciones profesionales básicas. Además, no ha habido indicios de tolerancia previa por parte de la empresa hacia este tipo de comportamientos, por lo que el recurso no cumplía los requisitos formales para la revisión de la resolución. Una empleada que, pese a su antigüedad en la compañía, fue despedida y se acabó desestimando el recurso que presentó ante la justicia.
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