Decisión estratégica de Finlandia ante la falta de seguridad en Europa con un proyecto colosal

Finlandia trabaja para prepararse de cara a futuros escenarios, como puede ser una escalada en el mar Báltico a raíz de la tensión geopolítica derivada de la invasión rusa en Ucrania. Por ello, las autoridades finesas han puesto el foco en un proyecto que implica también a Suecia.

Se trata de la propuesta de construcción del puente Kvarken, que tendría una longitud de 48 kilómetros y conectaría las ciudades de Vaasa (Finlandia) y Umeå (Suecia). El coste para construir un proyecto de estas características ascendería a un coste que oscila entre las 30 y las 50 mil millones de coronas suecas, es decir, entre tres y cinco mil millones de euros.

Fue el año pasado cuando el gobierno finlandés asignó una partida por valor de 200.000 euros para analizar la viabilidad de la conexión entre las dos mencionadas ciudades a través del Golfo de Botnia. De materializarse y convertirse en una realidad, permitiría asegurar el transporte en el propio mar Báltico, además de nuevas rutas logísticas y conexiones con el resto de Europa.

El impacto ambiental, sumado a factores como las condiciones meteorológicas y las garantías para el transporte marítimo en la zona, son tres aspectos clave para que el proyecto pueda ser una realidad. Paralelamente, se trabajan en algunas opciones por si, finalmente, esta opción no se pudiera llevar a la práctica y no se pudiera conectar Suecia y Finlandia.

Dichas opciones pasarían por un túnel o puente entre Helsinki (Finlandia) y Estocolmo (Suecia) por el archipiélago de Åland, mientras que una segunda opción consistiría en la construcción de túnel ferroviario submarino entre Helsinki (Finlandia) y Tallin (Estonia) en el golfo de Finlandia, que se convertiría en el túnel más largo del mundo.

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