Emanuele Armeli, fontanero italiano en España: “Llevo doce horas fuera de casa y sin comer. He facturado alrededor de 1900 euros”
El fontanero muestra en redes su actividad diaria como autónomo. Sus ingresos y horas diarias reflejan la alta demanda del sector.
Emanuele Armeli Moccia, un fontanero italiano con cinco años de experiencia, reside en España desde 2017 y ha logrado consolidar rápidamente su negocio de fontanería, calefacción y reformas. A pesar de su trayectoria relativamente breve, ha logrado ganarse la confianza de numerosos clientes gracias a la calidad de su trabajo.
Autónomo y con un dominio casi perfecto del español, Armeli explica que su jornada laboral suele ser extensa, pero también rentable. A través de su cuenta de TikTok, detalla que sus ingresos pueden variar considerablemente, con días en los que llega a facturar más que el salario mensual de muchos trabajadores del país. “1.900, 1.500, 900 euros… Depende del día. Y sin tiempo para comer.”, comenta en uno de sus vídeos.
Uno de los casos más llamativos que comparte es el de un montaje de 30 metros de cobre y el cambio de la bomba de agua de sitio de una casa por la que facturó 1.460 euros. Después y tras pasar la mayoría del día con esa tarea, tuvo que realizar dos desatascos más por los que cobró 205 euros y 170 euros respectivamente. Al terminar el último desatasco, habían pasado 12 horas desde que salió de su casa.
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♬ Jasmine Melodi (Acoustic) - Adinda Aprilia
Un oficio con demanda creciente
El fontanero afirma que superar los 1.000 euros diarios es habitual en este sector, aunque matiza que sus beneficios reales se reducen debido a los impuestos y a la cuota de autónomos. Desde Valencia, también utiliza sus redes sociales para mostrar su actividad diaria y describir las condiciones laborales del oficio, con el propósito de animar a otras personas a formarse en una profesión como la fontanería que vive un momento de alta demanda.
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Armeli reconoce igualmente que hablar abiertamente de ingresos puede resultar incómodo para algunos, pero él lo hace para motivar a quienes estén considerando dedicarse a este tipo de trabajos. Según cuenta, la falta de profesionales cualificados provoca que incluso él tenga que posponer servicios durante varios días. “Estoy desbordado de trabajo. No puedo atender a todo el mundo, no doy abasto. Tanto yo como mis colegas”, afirma.
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