El único caso en el que bajaría el precio del aceite de oliva, según Luis Planas

La delicada situación climatológica en España, con apenas lluvias en los últimos meses, ha provocado un fuerte incremento en el precio de uno de los productos más básicos de la cocina nacional: el aceite de oliva. Su precio en los supermercados se ha disparado con el paso de las semanas, a la vez que la lluvia no regaba los campos españoles. Y, precisamente, es la lluvia la que puede hacer que bajen.

Así lo ha asegurado el actual ministro de Agricultura, Luis Planas, en una entrevista con Cadena Ser. Su precio, superando los nueve euros el litro, es motivo de preocupación para el ministro y para el resto de españoles, que se ven con problemas para adquirir un producto tan básico en la alimentación diaria. Las lluvias caídas durante este fin de semana pueden ayudar a paliar la situación. Pero puede no ser suficiente. “Le puedo asegurar que si ahora empezara a llover de forma intensísima durante cuatro semanas, automáticamente los precios bajarían en picado”, dijo el ministro Planas.

De acuerdo con el titular de la cartera de Agricultura, la escasa producción debido a la ausencia de lluvia ha provocado este incremento del precio, puesto que el mercado sigue los criterios de “la ley de la oferta y la demanda, para la que no hay solución política”. Al haber poca oferta debido a la falta de producción, su precio es más elevado. “Producir automóviles o baterías no es lo mismo que producir aceite de oliva. Estamos a la intemperie, dependemos de la climatología”, afirma.

Un factor que, asegura, afecta mucho a la hora de la producción y que marca ”cuáles son los niveles de precios. Es un mercado de futuros que se mueve por expectativas. Es un tema de oferta y demanda. Hay campañas de mucha producción y precios bajos y otras de poca producción y precios altos”, explica ante la pregunta de si el del aceite es un mercado especulativo.

Desplome de la producción

Una cuestión planteada después de observar cómo el precio de este producto se ha incrementado en un 15% en apenas un mes y medio. Pero en el lado contrario, el de la producción, ha caído a niveles preocupantes. “Ha sido un 55% inferior que una cosecha media del sector”. La producción apenas ha llegado a las 663.000 toneladas.

Esto ha provocado que los precios, en muchos casos, sean “disuasivos” para las familias españolas, que se enfrentan a dificultades para adquirir un “producto de primera necesidad”. Pese a ello, confía en que la cosecha de la próxima campaña sea mejor que la actual, para así poder fijar unos precios más asequibles para los consumidores.

“Lo razonable sería tener un precio que retribuya justamente a los olivareros y a la industria, pero que también sea asequible para las familias”, ha asegurado Planas. Por último, ha lamentado que el precio de este producto básico se encuentre “por encima de las capacidades adquisitivas de la familia media española”.