El truco del vinagre para que las patatas fritas queden crujientes
Antes de poner en remojo las patatas, conviene echar en agua una cucharada de vinagre y otra de sal para que liberen mayor cantidad de almidón y queden más crujientes.
Como alimento principal, o como guarnición para todo tipo de platos, las patatas es uno de los elementos más presentes en nuestra cocina, dada su versatilidad a la hora de cocinarse. Se puede preparar también de múltiples formas, destacando por encima del resto, la patata frita.
Para lograr el punto de fritura perfecto, juega un papel clave el vinagre. Cortadas las patatas en tiras, el siguiente paso pasa por ponerlas en remojo, aunque antes, se debe añadir una cucharada de vinagre y otra de sal a la mezcla de agua. Con este truco, se conseguirá que las patatas liberen mayor cantidad de almidón. El siguiente paso, una vez secadas las patatas con papel absorbente, será el de la doble cocción.
Primero, se cocinan a temperatura media con aceite de oliva durante unos minutos. Una vez sacadas, y después de que hayamos dejado reposar las patatas, se vuelven a cocinar en la sartén a una temperatura más alta que en el primer paso de cocción. Con ello, se consigue que el exterior quede bien crujiente que se persigue con este proceso.
Sobre la patata, en un alimento rico en vitamina B6. También son ricas en otros componentes, como por ejemplo, manganeso, potasio y vitamina C. Pese a que en ocasiones se consume frita, acompañándose así a carnes, pescados, hamburguesas u otro tipo de platos, es recomendable su consumo cocinada al horno o cocida. Su consumo de cualquiera de estas dos maneras brinda mayor sensación de saciedad.
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