NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

SOCIEDAD

El surrealista reclamo de un hostelero a un camarero: “¿Es tu excusa?”

La cuenta de Twitter de ‘soycamarero’ ha difundido la conversación en la que el jefe echa en cara al empleado no acudir a trabajar un día libre si no le pagan por ello.

Actualizado a
El surrealista reclamo de un hostelero a un camarero: “¿Es tu excusa?”

Poca gente firma un contrato con vocación puramente altruista porque, si se entregase el individuo a la plena voluntad laboral, supondría renunciar a una nómina. Dicho rápido: nadie trabaja gratis. Parece algo universal. Sin embargo, no todos piensan así y hay hasta quien se atreve a echar en cara que un trabajador se escude bajo la coartada del sueldo.

El reflejo de esta historia llega a través de una conversación por WhatsApp, cuyo contenido ha sido difundido por el altavoz de los trabajadores de la hostelería en España, ‘soycamarero’, vía Twitter. Este perfil, que ya ha hecho suya la causa y hasta ha publicado un libro bajo el sello de la editorial Grijelmo, El cliente NO siempre tiene la razón, únicamente ha publicado la imagen. Sin palabras; porque a veces sobran.

Pregunta sin escrúpulos o ironía mal formulada

Son dos personas. Un jefe y uno de sus empleados. El primero sorprende al segundo diciendo: “qué bonito tomándote selfies cuando se te pidió que vinieras este sábado a apoyar a tus compañeros a bodega”. A priori parece que el sermón está justificado. “Se ve que tus prioridades no son crecer en esta empresa”, suelta la pulla. Sorpresa mayúscula.

Entonces llega la respuesta del empleado. En un callejón sin salida, aparentemente cazado con las manos en la masa. Cuando parece que no hay revés posible a ojos del lector twittero, suelta una de esas afirmaciones que no admiten otra vuelta: “yo descanso los sábados señor y no había pago extra”. Modales por delante y todo zanjado. O no.

Y el jefe todavía tiene tiempo de golpear la pelota con una de esas preguntas que uno no sabe si tiene que responder o no, si se cuestiona en serio o si la ironía está mal empleada por quien la formula. “O sea, ¿que si no te pagan no vas? ¿Es tu excusa?”, lanza el jefe. El reclamo se antoja surrealista por parte de un hostelero cuya confianza ciega no se sabe si descansa en el altruismo de su contratado o en las cifras de la caja registradora.