El síndrome del espejo retrovisor: así afecta a los conductores
Las personas que padecen este síndrome no pueden ‘sacar de su mente’ ciertos episodios negativos que han dejado huella años atrás. Esto hace que no paren de mirar el espejo retrovisor para adelantare a situaciones.
La problemática personal del conductor es un factor que, aunque no nos demos cuenta, puede afectar negativamente a su conducción. De hecho, puede generar distracciones, estrés, ansiedad o emociones intensas que alteren su capacidad de reacción y su toma de decisiones al volante.
Y pueden ser de diversa índole. Se pueden citar, por ejemplo, problemas familiares, laborales, económicos, de salud, de pareja o de cualquier otro tipo que le preocupe o le afecte en el plano emocional. En este último grupo entran aquellas personas que no pueden liberarse de experiencias o personas traumáticas del pasado.
En profundidad
Una de las cosas negativas que deriva de todo ello es el ‘Síndrome del Espejo Retrovisor’. Las personas que padecen este síndrome no pueden ‘sacar de su mente’ ciertos episodios que han dejado huella -y no precisamente positiva- años atrás.
Es más, provoca pensamientos obsesivos que afectan su vida presente. Aunque no está reconocido como una patología en el manual diagnóstico y estadístico en los trastornos mentales (DSM), este síndrome sí que se trata en consultas de terapia psicológica.
Recomendaciones
Las experiencias y personas del pasado, cabe destacar, pueden provocar sentimientos de culpa, baja autoestima y una autocrítica excesiva, influyendo negativamente en el bienestar emocional. Por ello, es recomendable buscar ayuda de profesionales.
Una buena técnica es la terapia cognitivo-conductual, la cual es especialmente efectiva para aprender a aceptar el pasado y enfocarse en el presente y el futuro con una perspectiva más saludable. La ayuda de profesionales, sin duda alguna, es determinante para mejorar la calidad de vida.
Posibles consecuencias
De lo contrario, estas personas no pararán de mirar por el espejo retrovisor, recordando posiblemente accidentes que hayan presenciado, accidentes que hayan provocado o de los que hayan sido víctimas, situaciones límite con otros coches...
Y no solo eso: estos problemas pueden provocar lo siguiente en el conductor:
- Pierda la concentración en la carretera, que se distraiga con pensamientos o conversaciones relacionadas con su situación,
- Se sienta nervioso, irritable, triste o enfadado,
- Tenga una actitud más agresiva o imprudente al conducir.
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