Ayoluengo, el pueblo de España que tiene una reserva de petróleo
El municipio de Ayoluengo, ubicado en Burgos, fue el mayor yacimiento petrolífero encontrado en territorio español.
Durante el año 2022, el consumo de petróleo supuso casi la mitad de toda la energía que se consumió en España. Según datos de APPA Renovables, los combustibles fósiles representaron el 44,8% del consumo de la energía primaria en España, seguidos del gas natural (23,3%), las energías renovables (16,4%) y la nuclear (12,5%).
Hoy día España importa todo el petróleo que consume. Según la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores), que recoge los datos de importaciones de crudo entre enero y septiembre de 2023, nuestro país compró combustible fósil a Estados Unidos (13,5% del total), México (12,4%), Nigeria (10,7%), Brasil (9,5%), Arabia Saudí (6,9%), Libia (6,9%), Kazajistán (5,6%), Irak (4,9%) y Noruega (2,2%). Pero no siempre fue así.
España terminó su actividad como país extractor y productor de petróleo en 2021, cuando cerró plataforma de Casablanca, en la costa de Tarragona. Pero el principal yacimiento de crudo español se encontró en Ayoluengo (Burgos), un municipio que llegó a producir casi 192.000 toneladas de petróleo.
El yacimiento fue descubierto en 1964. Desde principios del siglo XX se sospechaba de la existencia de petróleo en la comarca de La Lora, en Burgos. Se exploró la zona por primera vez durante la Guerra Civil, pero no fue hasta 1964 cuando se encontró petróleo y hasta 1967 cuando se autorizó la explotación comercial del yacimiento.
Sin embargo, no era ‘oro negro’ todo lo que relucía. Solo se producían 150 barriles al día —en un principio se creía que la reserva tendría para llenar al menos doce millones de barriles— y el crudo no era de gran calidad, debido a la presencia de trazas de arsénico y azufre. De esta forma, el petróleo de Ayoluengo se utilizó principalmente como combustible industrial.
Finalmente, en enero de 2017, cesó la actividad petrolífera en Ayoluengo. El complejo estaba siendo operado bajo la Compañía Petrolífera de Sedano, una filial de la compañía británica Columbus Energy Resources. El Gobierno de España obligó a Columbus a cerrar el último pozo que había operativo, lo que puso punto y final a la extracción de petróleo en el municipio de Burgos.