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SUCESOS

El preso que mató a la cocinera en Mas d’Enric cumplía condena por matar a puñaladas a una mujer

El hombre la mató en un “arrebato” por no querer mantener una relación sentimental con él y después se entregó en una comisaría de la Policía Local de Valls.

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El preso que mató a la cocinera en Mas d’Enric cumplía condena por matar a puñaladas a una mujer
EFE/Jaume Sellart

Durante la tarde del pasado miércoles, un preso de la cárcel de Mas d’Enric, en Tarragona, mató a la cocinera del centro, apuñalándola con un cuchillo, y después se suicidó cortándose el cuello. Ahora se ha dado a conocer que este interno cumplía una condena de 11 años de cárcel, que expiraba en 2027, por el asesinato confeso a puñaladas de una mujer prostituida en abril de 2016.

Según ha informado hoy el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), el interno, Iulian S.O., fue condenado por la sección cuarta de la Audiencia de Tarragona en abril de 2018, a partir del veredicto de un jurado popular, a 11 años de cárcel por un delito de asesinato con las atenuantes de embriaguez y confesión.

El agresor había ingresado en prisión preventiva por este crimen el 24 de abril de 2016, tras entregarse en la comisaria de la policía local de Valls. En el juicio dijo que lo sucedido fue un “arrebato” y se mostró “arrepentido”, además había mostrado buen comportamiento durante su tiempo en prisión.

La víctima se negó a tener una relación sentimental

El acusado, natural de Rumanía, había conocido en diciembre de 2015 a la víctima, una mujer prostituida de 47 años, a través de los anuncios de una página de internet. Mantuvieron diversos encuentros sexuales a cambio de dinero, hasta que Iulian se enamoró de ella. Este le pidió a la mujer que dejara su trabajo y empezara una relación con él, pero ella se negó.

La madrugada del 24 de abril de 2016 volvieron a quedar, fue la última vez que el hombre contrató los servicios de la mujer. Esta vez ambos discutieron, lo que llevó al hombre a tirar del pelo a la víctima, seguido de una bofetada por parte de la agredida. Momentos después, él se dirigió a la cocina, cogió un cuchillo con una hoja de 15 centímetros y medio y se abalanzó sobre ella, a la que degolló debido a las continuas cuchilladas que le profirió.

Pocos minutos después, se lavó las manos, se vistió y se entregó en una comisaría de la Policía Local de Valls, confesando que había apuñalado a una mujer y que la víctima estaba muerta en su domicilio.

“Una forma brutal de causar la muerte”

La Audiencia consideró probado que el acusado había ingerido más de dos botellas de vino ese día y que presentaba una concentración de alcohol de 0,87 gramos por litro de sangre, lo que disminuía levemente su capacidad para discernir entre lo bueno y lo malo.

Primeramente la Fiscalía pedía una condena de 20 años, pero finalmente se le impusieron 11 años de cárcel debido a su confesión y arrepentimiento. “No cabe duda alguna de que nos encontramos ante una forma brutal de causar la muerte a otra persona, que sin duda causó un gran dolor a la víctima por la forma y el medio empleado por el acusado”, sostuvo la sentencia.

Este suceso por el que ingresó a la prisión de Mas d’Enric es bastante similar al que cometió durante la jornada del miércoles. Ahora los Mossos d’Esquadra investigan las circunstancias del asesinato de la cocinera del centro, cuyos detalles todavía se desconocen.

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