El país que tiene a millones de personas afectadas por unas inundaciones

En estos momentos, la forma de circular por la ciudad de Feni (Bangladesh) es en barco. Por las carreteras asfaltadas, ocultas bajo el agua de unas inundaciones históricas, circulan pequeños botes que intentan movilizar a la población atrapada. Desde el pasado miércoles, las inundaciones han dejado al menos 42 muertos, 300.000 refugiados y millones de personas afectadas en el sureste del país.

Las cifras varían debido al caos. Organizaciones no gubernamentales y medios de comunicación citados por AFP estiman que entre tres y 4,5 millones de personas se han visto afectadas por unas inundaciones que ya han destruido viviendas y cultivos, especialmente en un país que vive de sus ríos, donde se pesca y siembra arroz. Los puntos más dañados son Comilla, Feni, Chittagong, Khagrachari, Noakhali, Brahmanbaria, Laxmiput y Cox’s Bazar.

Y a pesar de que Bangladesh es un territorio familiarizado con las inundaciones, la de esta ocasión ha cogido totalmente por sorpresa a la población, especialmente a la del sureste del país, donde se concentra el agua. Los residentes de Feni (de 1,5 millones de habitantes) y alrededores culpan a la India de haber abierto una presa de agua sin previo aviso.

Según explican algunos residentes de Feni a la CNN, India liberó agua de la presa de Dumbur, situada en la región de Tripuria, sin advertir. “Abrieron la compuerta, pero no se dio ninguna información”, explica a ese medio Shoriful Islam, un informático de 29 años natural de Feni, pero que vive en Dhaka, y ha vuelto a su ciudad natal para colaborar como voluntario en los rescates.

Sin embargo, India niega todas las acusaciones y señala a las abundantes lluvias como posible motivo de las inundaciones. El Ministerio de Exteriores considera “objetivamente incorrecto” y cree que las inundaciones se deben, “principalmente” al agua que llega desde las cuencas del río Gumti, situado bajo la presa india.

“Las inundaciones en los ríos en común entre la India y Bangladesh son un problema compartido que inflige sufrimientos a la población de ambas partes y requiere una estrecha cooperación mutua para su resolución”, señala el Ministerio. Sin embargo, la India también ha reconocido que sufrió un apagón que impidió emitir las habituales señales de advertencia ante un posible desbordamiento.

Como sea, el sureste de Bangladesh sigue desbordado. Unas 300.000 personas han tenido que buscar refugio en albergues de emergencia. Según el medio local Bangladesh Protidin, el agua se reduce en algunos puntos, pero crece en otros, mientras que “un gran número de personas pasan día y noche sumidas en el sufrimiento y el miedo”. Sin embargo, el Ministerio de Gestión y Ayuda en Desastres asegura que el agua de los ríos ha comenzado a descender.

Crisis política en Bangladehs

Las inundaciones coinciden con la crisis política que vive Bangladesh. El pasado mes de julio, los estudiantes del país comenzaron una serie de protestas contra el sistema de cuotas de contratación pública que se saldaron con más de 300 muertos, miles de heridos y detenidos y la dimisión y huida de la hasta entonces primera ministra, Sheikh Hasina.

En concreto, el sistema reserva el 30% del empleo en la administración pública a hijos y familiares de los veteranos de la guerra de liberación de 1971 contra Pakistán. La norma fue restablecida en enero de este año después de haber sido eliminada en 2018 tras otra serie de movilizaciones estudiantiles.

Ahora, el Premio Noble de la Paz de 2006, Muhammad Yunus, ha sido escogido para liderar un Gobierno de transición hasta que se estabilice la situación del país. En un discurso televisado a la nación, Yunus aseguró que “el régimen brutal y autocrático ha desaparecido” y que desde ahora “todos disfrutarán de la democracia, la justicia, los derechos humanos y la plena libertad de expresión sin miedo”.

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