El motivo por el que el cambio de hora en España no es el mismo día que el cambio de estación
Durante la madrugada del 26 al 27 de octubre los relojes se atrasarán una hora, teniendo lugar el que será el último cambio de hora del presente 2024
El mes de octubre trae consigo uno de los momentos más esperados del año para muchos, y es la llegada de la primavera, estación en la que comienzan los días más largos, el buen tiempo y que precede a la época de verano en la que muchos pueden disfrutar de periodos vacacionales y de descanso.
El mes de octubre trae consigo el cambio de hora al horario de invierno, lo que significa que las horas de luz solar se van reduciendo poco a poco con el paso de los días. Sin embargo, la entrada en el otoño se produjo el pasado 22 de septiembre.
El cambio de estación del verano al otoño ocurre durante el equinoccio de otoño, un episodio astronómico que sucede cada año en el hemisferio norte y marca el paso de una época a otra. El equinoccio de otoño tiene lugar siempre alrededor de la misma fecha, aunque la creencia de que siempre es el 21 de octubre no es correcta. No obstante, es la fecha que en general tenemos establecida como comienzo del otoño.
Precisamente, en 2024 el equinoccio de otoño tuvo lugar el 22 de septiembre, y así se mantendrá durante los próximos años. Sin embargo, no es hasta el mes siguiente cuando se produce el segundo y último cambio de hora del año, en el que los relojes se retrasan una hora y los días comienzan a ser más cortos.
¿Por qué el cambio de hora no coincide con el cambio de estación?
El cambio de hora y el cambio de estación del invierno a la primavera no tienen por qué coincidir, tal y como ocurrió este 2024 con el cambio de hora en marzo. Como ya hemos mencionado, el otoño dio comienzo el día 22 de septiembre, mientras que el cambio de hora se realizará la madrugada del sábado 26 al domingo 27 de octubre. Esto se debe a que el equinoccio de primavera está relacionado con la rotación de la Tierra y la astronomía, nada que ver con el cambio de hora que se rige por un acuerdo europeo que obliga a los países de la UE a adoptar el mismo horario con el objetivo principal del ahorro energético.