El mejor momento para tomar el paracetamol, según la OCU
Ingerir paracetamol con el estómago vacío es más recomendable, ya que se absorbe de forma más rápida y tarda menos en hacer efecto. Aún así, tanto médicos como expertos, recomiendan acudir al prospecto de cada medicamento.
El paracetamol, al igual que otros medicamentos como el ibuprofeno o el nolotil, es un recurso muy utilizado de forma diaria para solventar dolencias como el dolor de cabeza, el dolor muscular o reducir la fiebre, entre otros. Pero, muchos de sus consumidores desconocen cuál es el mejor momento para consumir dicho medicamento o con qué alimentos o bebidas se puede acompañar.
Según cuenta la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), normalmente el prospecto de un medicamento como el paracetamol nos indica cómo hay que tomarlo, ya sea en ayunas o con comida. Dependiendo del medicamento, lo más recomendable es comerlo con comida, ya que la comida aumenta la absorción del medicamento, la cantidad de medicamento que se absorbe, acelera la velocidad de absorción, y además, minimiza las molestias gastrointestinales que se pueden llegar a ocasionar.
Sin embargo, el hecho de consumir medicamentos sin comida, se debe a que los alimentos pueden reducir la absorción del propio medicamento y se puede producir un fallo terapéutico. Aunque en ocasiones también retrasa la absorción del principio activo. En el caso del paracetamol, al ser un analgésico y un antipirético para calmar el dolor y la fiebre, lo más recomendable es consumirlo con el estómago vacío, ya que se absorbe de forma más rápida y tarda menos en hacer efecto.
Prospecto
Aunque organizaciones como la OCU señalan que es mejor consumir el paracetamol sin comida, lo más recomendable, tanto por médicos como por expertos, es acudir al prospecto de cada medicamento. En él se recoge toda la información necesaria para hacer un uso correcto del fármaco: indicaciones, dosis adecuadas, efectos adversos y posibles interacciones.
Además, el prospecto advierte a los consumidores que hay alimentos o bebidas que no se pueden ingerir al mismo tiempo que se toma dicho medicamento. Por ejemplo, el alcohol y el zumo de pomelo son bebidas que suelen alterar el funcionamiento óptimo del propio fármaco, e incluso pueden producir efectos adversos, que pueden provocar una visita inesperada a urgencias.