El hombre que sobrevivió en Sevilla a tres paradas cardíacas gracias a una “cadena de supervivencia”
El afectado ha sido un turista bilbaíno. Los sanitarios apuntan a una taquicardia ventricular y fibrilación ventricular vinculada a una cicatriz de un infarto que había sufrido 30 años antes.
Un turista bilbaíno en Sevilla logra sobrevivir a tres paradas cardíacas gracias a una “cadena de supervivencia”. El hombre, de 75 años de edad, se encontraba en la capital andaluza para pasar unos días de vacaciones.
La primera parada cardiorrespiratoria le ocurrió en la avenida de la Constitución, donde le volvió a dar una segunda parada. Ya cuando se encontraba ingresado en el Hospital Universitario Virgen del Rocío sucedió la tercera. La “inmediata intervención” de la Policía Local sevillana ha permitido que el individuo lograse mantenerse con vida mientras esperaban al equipo sanitario de urgencias, gracias a la aplicación de una descarga con un desfibrilador automático.
Tras la llegada del 061, el equipo de emergencias comenzó a aplicarle las técnicas de soporte vital avanzado, lo que provocó una nueva parada cardiaca, según explicaba a través de una nota de prensa la Junta de Andalucía.
Tras los esfuerzos del personal sanitario, el hombre finalmente recuperó la consciencia durante todo el tiempo que duró el traslado al hospital. Allí, se activó el Código infarto, tras la sospecha de un probable infarto agudo de miocardio. Este sistema de alerta tiene la finalidad de reducir la mortalidad entre las personas con síndrome coronario agudo, mejorar su recuperación y permitir la elección del tratamiento más adecuado según cada caso del paciente.
Tras ingresar en el servicio de Cardio dinámica, que se encuentra en la unidad de Cardiología, donde acabó por descartarse el infarto. De este modo, se llegó a la conclusión de que el paciente había padecido una taquicardia y fibrilación ventriculares vinculadas a la cicatriz de un infarto que había sufrido 30 años antes. De hecho, en el propio hospital volvió a sufrir la tercera parada, que también consiguieron tratar los sanitarios exitosamente.
Como medida preventiva, el equipo sanitario ha decidido implantarle un desfibrilador automático para poder prevenir nuevos episodios, además también se le realizó una resonancia magnética cardiaca y se le trató la cicatriz. El desfibrilador automático se inserta dentro de un marcapasos, y su función principal es detectar nuevas arritmias y evitar nuevas paradas cardiorrespiratorias en el paciente.
La importancia de la cadena de supervivencia
La “correcta” atención a la parada cardiorrespiratoria se basa en la aplicación precoz de una serie de medidas conocidas como cadena de supervivencia, entre las que se encuentran, por orden, el estudio de la situación y activación del sistema de emergencias sanitarias, el comienzo de las maniobras de soporte vital básico, la desfibrilación eléctrica temprana, y la rápida inserción de las técnicas de soporte vital avanzado.
En caso de parada cardiorrespiratoria, uno de los factores fundamentales es tratar de realizar la maniobra de reanimación cardiopulmonar básica con la mayor rapidez posible, por parte de las personas que se encuentren cerca, hasta que lleguen los servicios de emergencia. Algunas de las estrategias que ayuda a disminuir la mortalidad en los pacientes en estos casos es la enseñanza a la población en general de los protocolos a realizar en este tipo de situaciones, que hasta ahora han demostrado que funcionan.
El Consejo Europeo de Resucitación ha resaltado que estos pacientes necesitan atención prehospitalaria en el momento y requieren una evaluación inmediata y tratamiento y traslado sanitario al centro más adecuado.
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