El gel del Mercadona contra el calor: “Hace pasar frío a 40ºC”
Este producto está siendo empleado por muchos usuario para combatir la sensación de calor que se está viviendo este verano.
El calor es el enemigo de la inmensa mayoría de la gente. Claro que hay pequeños grupos de facciosos que niegan este axioma. Esos que disfrutan sinceramente -se supone- de una sobremesa al sol con sus ciento cincuenta y siete graditos a la sombra -así la cerveza entra mejor, dicen-. Solo Dios sabe qué les pasa por la cabeza a los integrantes de este excéntrico club. Pero, para el común de los mortales, la temperatura disparada es un suplicio. Una batalla que se tiene que soportar periódicamente y hasta el fin de los días.
Hasta el menos imaginativo de los hombres se vuelve ingeniero cuando se trata de inventar nuevas formas de sentirse fresquito. Los ventiladores y aires acondicionados son la solución más obvia, pero también la más costosa. Luego están la meditación y el estoicismo, pero hay que estar hecho de una pasta especial para poder controlar el cuerpo de esa forma. Y dormir en la suelo o en la terraza -para los más desesperados-.
Hay, no obstante, otra vía de escape. Una que muchos han comenzado a transitar de la mano de Mercadona. Se trata de un gel refrescante de mentol. Se aplica sobre la piel y, según aseguran los que lo han probado, desata una ola de alivio casi instantánea. Un usuario de Twitter lo usó y, citando textualmente, pasó “frío a 40 ºC”. Pero el fin para el que este ungüento pingüinesco fue diseñado es, en realidad, un poco distinto.
Módico precio
Según la descripción del producto, sirve para reducir la sensación de cansancio muscular. Por ejemplo, para frotárselo en las piernas después de una sesión de ejercicio intenso. El precio no es demasiado elevado. Un envase de 300 mililitros cuesta 2,50 euros. El ingrediente que proporciona este agradable sentimiento de liberación es, principalmente, el ya mencionado mentol. Es, básicamente, como vivir dentro de un halls. Aunque solo sea por un ratito.
Aún así, debe señalarse que, como con todo, hay que poner en práctica cierta moderación. No vaya a ser que, por el puro ansia viva de querer zafarse del clima que le ha tocado a uno, se acabe con la piel quemada o tiritando al borde de la congelación -esto último es físicamente imposible, es solo por efectos dramáticos. Pero el sentido general del mensaje se entiende-. Que Papá Noel esconda sus renos, porque alguien ha abierto un portal hacia el Polo Norte.