Muere César Alierta, expresidente de Telefónica
El empresario aragonés fue presidente del mayor operador de telecomunicaciones entre 2000 y 2016. Sufrió un empeoramiento de salud en las últimas semanas.
El expresidente de Telefónica y el que fuera máximo accionista del Real Zaragoza, César Alierta, ha fallecido este miércoles, a los 78 años, en Zaragoza, tras el empeoramiento de su salud sufrido en las últimas semanas, según ha adelantado ‘El País’.
El abogado y empresario aragonés era una de las personalidades más destacadas de principios de este siglo, debido a su gestión al frente de la cuarta compañía de telecomunicaciones más importante de Europa y la decimotercera a nivel mundial, cuyo mando encabezó entre julio de 2000 y abril de 2016.
Trayectoria profesional
Licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza en 1967, tres años después obtuvo un máster en Administración de Negocios en la Columbia Business School de Nueva York (Estados Unidos). Más tarde, entró a trabajar en el Banco Urquijo como analista financiero.
Ahora bien, fue como socio fundador de la sociedad inversora Beta Capital cuando comenzó a brillar profesionalmente. Desde este lugar afrontó operaciones millonarias, como la entrada en el capital del grupo KIO, en la que fue su mayor y rentable pasión de jugar a bolsa.
Salto a la fama empresarial
En el año 2000, llegó su salto a la fama empresarial tras su paso por Tabacalera (1996-2000). Allí, fue elegido por Rodrigo Rato para liderar Telefónica, que estaba tambaleándose por la gestión de Juan Villalonga, el cual estuvo a punto de quebrarla con operaciones ruinosas.
Durante los más de tres lustros que ocupó la presidencia de la operadora de telecomunicaciones, nunca fue cuestionado. Esto se debe, en su gran mayoría, a la gran relación que tuvo con José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy.
El Real Zaragoza, su gran pasión
En su faceta personal, Alierta estuvo casado con Ana Cristina Placer, cuyo fallecimiento en 2015 en la Clínica Quirón (Madrid) fue un duro golpe del que nunca se recuperó. En estos momentos, su equipo del alma (Real Zaragoza) fue lo que le mantuvo vivo.
Por último, fue presidente del desaparecido Consejo Empresarial para la competitividad, un ‘think tank’ que, durante años, agrupó a las mayores empresas del país y cuyo objetivo consistió en ayudar a la recuperación económica y al fortalecimiento de la confianza internacional en España.