El consolador romano que tiene más de 2.000 años y está hecho de madera
El objeto fue encontrado en los restos del fuerte romano de Vindolanda, en Reino Unido. Fue analizado el año pasado por un grupo de científicos.
Las representaciones bidimensionales y tridimensionales de penes eran comunes en el mundo romano como símbolo de buena suerte. Solían aparecer en pinturas y mosaicos, pero también para embellecer objetos como el mango de un cuchillo o se grababa en cerámica. Existían pequeñas esculturas con la forma de un pene que supuestamente protegían a los portadores de la mala suerte. Pero no solo se utilizaba para ello.
Hace un año, un grupo de investigadores evaluó varios objetos desenterrados del fuerte romano de Vindolanda (Reino Unido). Uno de ellos era una pieza de madera con forma de pene que se creía que se utilizaba para zurcir. Sin embargo, el estudio de esos investigadores, Touch wood: luck, protection, power or pleasure? A wooden phallus from Vindolanda Roman fort, desmiente esta versión y aseguró que el objeto era un consolador de 16 centímetros, posiblemente de la esposa de un alto dirigente militar.
El fuerte de Vindolanda formaba parte de una muralla de 117 kilómetros que el emperador Adriano (76-138 d. C.) ordenó construir en el año 122 al norte de la provincia de Britania. Allí vivían las tropas acompañadas de sus parejas. Según el estudio, es posible que el consolador perteneciese a la mujer de uno de los militares y lo utilizase como método de masturbación porque “ambos extremos del falo eran notablemente más suaves, lo que indica contacto repetido a lo largo del tiempo”.
El equipo barajó otras opciones. Por ejemplo, que se utilizase como mortero para “fines culinarios o para moler ingredientes para cosméticos o tratamientos medicinales”. Otra de las alternativas señalaba que el objeto “podría haber sido insertado en una estatua que los transeúntes tocarían para tener buena suerte [...] lo cual era común en todo el imperio romano”. Esta última teoría hacía aguas porque, lo normal, es que una estatua de esas características se hubiera situado en la entrada de un edificio, pero “la evidencia indica que estuvo en el interior”.
“El tamaño del falo y el hecho de que fue tallado en madera plantea una serie de preguntas sobre su uso en la antigüedad. No podemos estar seguros de su uso previsto, a diferencia de la mayoría de los otros objetos fálicos que hacen uso simbólico de esa forma para una función clara, como un amuleto de buena suerte. Sabemos que los antiguos romanos y griegos utilizaban instrumentos sexuales; este objeto de Vindolanda podría ser un ejemplo de ello”, explica Rob Collins, profesor de Arqueología de la Universidad de Newcastle y uno de los autores del informe.
Los consoladores de aquellos tiempos “son raros de hallar, aunque cuando se encuentran, suelen estar hechos de piedra o de metal, ya que la madera se descompone fácilmente”, aseguran los expertos, citados por El País. También se fabricaban con madera, pero son más difíciles de encontrar por la descomposición orgánica. Pero en el caso del vertedero de Vindolanda no ha sido así. De hecho, se han encontrado más de 2.000 objetos portátiles de madera, datados principalmente entre los siglos I y II d. C.”.