Quién es Jay Bloom, el millonario que rechazó una oferta de última hora para el Titan
El inversor millonario aseguró que recibió en febrero la propuesta de ir junto con su hijo Sean a bordo del sumergible que desapareció el pasado domingo.
Tras la ‘implosión catastrófica’ que sufrió el sumergible Titan, han salido a la luz diferentes testimonios de personas que recibieron la oferta de ir a bordo del submarino. El último de ellos fue Jay Bloom. Este multimillonario mencionó en Facebook cómo se pusieron en contacto con él.
Según relató, fue el pasado mes de febrero cuando el CEO de OceanGate, Stockton Rush, le llamó para ofrecerle la posibilidad de viajar en el submarino en el mes de mayo a un precio reducido para que no rechazara la oferta. Además, mencionó que las condiciones climatológicas obligaron a la empresa a posponer el viaje a junio, motivo por el que trasladó su preocupación al director ejecutivo de la compañía, que le respondió lo siguiente.
“Aunque obviamente hay riesgo, es mucho más seguro que volar en helicóptero o incluso bucear. No ha habido ni un herido en 35 años en un submarino no militar”, le dijo Stockton a Bloom, según escribió este último en sus redes sociales. En el último encuentro que tuvo lugar entre ambos en marzo, fue el multimillonario quién alegó motivos de agenda para no acudir. Su reemplazo fue Shahzada Dawood, quién iba a bordo con su hijo Suleman.
También mencionó en su escrito de sus reticencias a emprender dicho viaje, así como de la confianza que tenía el CEO de OceanGate en el mismo. “Stockton estaba completamente convencido de sus palabras, y que creía lo que decía, dado que todo lo creía de forma muy apasionada”. De hecho, según la versión ofrecida por el magnate norteamericano, llegó a decir sobre el submarino que “era más seguro que incluso cruzar la calle”.
El motivo por el que se negó a viajar Chris Brown
Sin embargo, Bloom no fue el único que se salvó por cambiar de opinión y rechazar la propuesta de la empresa. Otro multimillonario que se salvó fue el británico Chris Brown. El empresario, especializado en el sector del marketing digital, se percató de las deficiencias de la embarcación en el año 2018 cuando viajó a las Bahamas para comprobar su evolución.
“Descubrí que utilizaban viejos postes de andamiaje para lastrar el submarino y que sus controles se basaban en mandos de juego de ordenador”, desveló en declaraciones realizadas a The Sun. Los propulsores en el exterior era otro de los elementos de los que desconfiaba Brown. “Si quieres construir tu propio submarino, probablemente puedas utilizar barras viejas de los andamios, pero se trataba de una nave comercial”, sentenció.