El Banco Vaticano despide a dos trabajadores por casarse: el reglamento no lo permite
La alternativa que se les daba desde el organismo es que uno de ellos presentase la dimisión, aunque ninguno ha querido hacerlo.
Dos trabajadores del Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido popularmente como el Banco del Vaticano, han sido despedidos después de que contrajeran matrimonio. Ambos se conocieron en las oficinas de dicha entidad y posteriormente decidieron casarse, no obstante, al poco tiempo les comunicaron que un reglamento interno con carácter retroactivo no permitía este tipo de relaciones entre trabajadores.
La alternativa del IOR
La opción que les daba el IOR es que uno de ellos presentase la dimisión. “Esta causa de pérdida de la elegibilidad para el empleo se considerará superada para uno de los cónyuges si el otro cónyuge deja de ser empleado del Instituto y de las otras administraciones del Estado de la Ciudad del Vaticano dentro de los 30 días siguientes a la celebración del matrimonio”, expresa dicha normativa.
No obstante, ninguno de los dos ha querido presentar su dimisión, ya que consideran que se trata de una norma injusta. El periódico italiano Il Messagero recoge que la boda tuvo lugar el 31 de agosto y ya el 1 de octubre se les notificó su cese inmediato. Además, recibieron una amonestación por haber filtrado su situación a la prensa.
La pareja ya está en manos de una abogada experta
Por su parte, desde la entidad explican que tan solo tienen 100 empleados y una sola sede, por lo que con el fin de “evitar conflictos de interés” ha de prohibirse las bodas entre sus trabajadores. Los dos exempleados se han puesto en manos de la abogada Laura Sgró, experta en escándalos del Vaticano.
En un comunicado enviado por la abogada, asegura haber “impugnado” el despido al considerarlo “nulo, ilegítimo y gravemente lesivo de los derechos fundamentales de las personas y de los trabajadores y, por tanto, carente de todo efecto”. Además, argumenta que no hay peligro de conflicto de intereses, ya que no son funcionarios con altos cargos, no tienen acceso a información confidencial de los clientes y están ubicados en áreas separadas.
La Asociación de Trabajadores Laicos del Vaticano se une a la causa
A esta denuncia se ha sumado la Asociación de Trabajadores Laicos del Vaticano (ADLV) que ha amenazado al Vaticano con protestas. “Creemos que el Vaticano debe abrir una nueva fase en la que la legislación laboral se base en principios universalmente reconocidos, y no en interpretaciones unilaterales”, añaden.
Una posible solución es que se les ofrezca a ambos un trabajo en otros departamentos del Vaticano, aunque por ahora, la pareja ha decidido guardar silencio. Esta situación ‘choca’ con la actitud del Papa hacia una situación similar, donde dos empleados de Radio Vaticano fueron elogiados por este, los cuales contrajeron matrimonio dos días después.
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