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CATÁSTROFE

¿Dónde va todo el barro de la DANA de Valencia? Expertos del CSIC señalan por qué daña más que el agua

El barro no solo se ha solidificado, sino también se ha acumulado en la red de alcantarillado, quedándose estas al borde del colapso.

Varias personas limpian el barro en el día 13 tras el paso de la DANA por Valencia, a 11 de noviembre de 2024, en Paiporta, Valencia, Comunidad Valenciana (España). Casi dos semanas después del paso de la DANA que arrasó la provincia de Valencia y mientras siguen las tareas de búsqueda de víctimas, la cifra oficial de desaparecidos se sitúa en 32 y quedan ocho cadáveres sin identificar. El número total de fallecidos se mantiene en 214. Con el fin de ayudar a los damnificados, el Consejo de Ministros de hoy ha aprobado un segundo decreto ley con nuevas medidas de respuesta para los afectados, tras el aprobado la semana pasada con ayudas por valor de 10.600 millones para empresas, autónomos y particulares.
11 NOVIEMBRE 2024;DANA;CATASTROFE;BUSQUEDA;DESAPARECIDOS;FALLECIDOS;VÍCTIMAS
Alejandro Martínez Vélez / Europa Press
11/11/2024
Alejandro Martínez VélezEuropa Press

Las lluvias torrenciales que cayeron en la provincia de Valencia tras el paso de la DANA dejaron una imágen insólita. Coches destrozados, calles anegadas, bajos y garajes inundados... a lo que se suma un último factor a tener en cuenta tras el cese de las precipitaciones, el barro.

En los últimos días, no solo se ha solidificado, sino también se ha acumulado en la red de alcantarillado, provocando a su vez que continúen a contrarreloj los trabajos para desatascar las alcantarillas, que han quedado al borde del colapso. La obstrucción de los colectores es uno de los principales problemas a solventar para evitar un problema mayor en caso de que vuelva a llover.

Por ello, el objetivo pasa por desatascar las alcantarillas y con ello, garantizar tanto el correcto funcionamiento de la red de saneamiento, como la disponibilidad de agua potable en las localidades afectadas por el temporal. Expertos del CSIC señalaron en un comunicado que en las riadas “no solo daña más el agua; daña más el barro”.

Un barro que “inutiliza los electrodomésticos y deteriora el mobiliario”. Además, los científicos también sostuvieron que la mayor parte de los estudios de riesgos por inundaciones y los mapas de zonas inundables son elaborados “suponiendo que lo que circula por nuestros cauces y riberas es agua limpia, casi destilada, desprovista de barro”. Es decir, los sedimentos no se suelen tener en cuenta en esos estudios de riesgo que se realizan.

“No podemos permitir que el agua residual se quede (...) hay que evacuarla”

Sobre esta problemática, el ingeniero industrial y catedrático de la Universitat Politècnica de València, Enrique Cabrera, declaró a Europa Press que el agua residual no puede quedarse dentro de los pueblos. “Hay que evacuarla”. Por ello, se pronunció sobre las consecuencias de introducir barro en el alcantarillado. “Ese barro se solidifica en superficie y también por debajo”.

También deslizó las dificultades que puedan experimentar algunos de esos municipios a la hora de evacuar aguas fecales y su posible estancamiento. “Es un problema grave de salud pública”, dijo al respecto. Por último, recomendó que se evite “echar cosas dentro de los colectores”.

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