Detienen su coche en una zona rural, la Guardia Civil inspecciona el maletero y encuentra el delito: “No dan licencias”
Los tres ocupantes del vehículo fueron acusados de furtivos y responsables de la venta ilegal de productos de alto valor económico en el mercado negro.
La Guardia Civil ha sorprendido a tres mariscadores furtivos momentos antes de que realizaran una venta ilegal con productos marinos. El cuerpo de seguridad, probablemente perteneciente a una unidad rural, registró el interior de un Rover 25 con más de 30 años utilizado para transportar la mercancía.
Los detenidos habían escondido en el maletero más de 50 kilos de erizos pescados ese mismo día, según informa El Debate. La mercancía estaba colocada en varios capazos listos para ser vendidos a un miembro relacionado con el mercado negro, cuya identidad aún no ha sido identificada por la Guardia Civil. Se cree que puede ser alguien conocido en la localidad ante la persistencia de los detenidos de no aportar ningún dato que pueda delatarle.
Productos de alto valor
Durante la inspección, la Guardia Civil encuentró otro tipo de mercancía escondida también en el maletero del vehículo. Además de los erizos, los marisqueros habían pescado de forma ilegal otros frutos del mar como pulpos, centollos e incluso percebes. Cada kilo de erizo puede costar 40 euros, mientras que el pulpo ha llegado a costar hasta 50 euros el kilo.
Los percebes son el producto más caro que transportaban los marisqueros furtivos, pudiendo costar 300 euros el kilo. Las centollas, al igual que el pulpo, también es un producto que puede llegar a costar 50 euros el kilo. A pesar de sus altos precios, en el mercado negros estos productos se compran por menos de un cuarto de su precio en supermercados.
Quiénes son los arrestados
Entre los tres miembros del grupo de mariscadores, el conductor es un viejo conocido de la Guardia Civil acusado con anterioridad por pesca furtiva. En la parte del copiloto iba su primo y detrás otro acompañante desconocido por las fuerzas de seguridad. Los tres componentes del grupo han sido denunciados por la Guardia Civil de marisqueo ilegal.
Una condena por la pesca y venta ilegal de productos marinos puede acarrear serias consecuencias, como multas de entre 60 y 12.000 euros, dependiendo de la gravedad de la infracción, e incluso penas de prisión en caso de ser reincidentes. Las autoridades, en casos como este, son las encargada de elegir si el nivel de gravedad de la infracción.
No dan licencias
Según el registro de la Guardia Civil, durante la inspección los miembros de la marisquera ilegal comenzaron a gritar “no dan licencias” como respuesta al por qué se dedican a la pesca ilegal. Ante esta situación, uno de los agentes se ve obligado a detener el jaleo con un sonoro “no me levante la voz”.
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Las licencias para pescar y vender productos marinos en España requieren de un proceso que muchas veces puede llegar a ser muy lento, pero obligatorio para poder ejercer ambas actividades de manera legal en el país. Para ello se necesitan dos tipos de permisos. El primero es una licencia concedida por la comunidad autónoma para pescar en su zona. La segunda es una licencia comercial expedida por la administración competente y que permite la venta legal de la mercancía pescada.
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