Detienen a una falsa doctora por trabajar siete meses en un hospital de Barcelona
La investigada desempeñaba el cargo usando el número de colegiado de otro doctor, e incluso habría presentado un resguardo falso del pago de su supuesto título universitario
Ha sido detenida en el municipio de Vic, en la provincia de Barcelona, una mujer de 30 años que, presuntamente, habría estado siete meses ejerciendo de doctora en el hospital de Berga sin tener estudios de medicina. Fue una mentira que se fue haciendo más y más grande con el tiempo. Usando un resguardo falso del pago de un título de medicina por la universidad de Girona, consiguió abrirse paso y acabar siendo una de las médicas de urgencias de la institución catalana.
Y no es el único lugar donde se coló. También trabajó durante un tiempo en el Universitario Dexeus, en Barcelona, en una clínica en la ciudad de Girona y hasta en una empresa de prevención de riesgos sanitarios. El engaño fue más sofisticado de lo que pudiera parecer. Durante su peripecia, la mujer habría empleado el número de identificación y la firma digital de otro doctor. De hecho, sí constaba en los archivos del Colegio de Médicos de Barcelona, pero su ficha mostraba irregularidades.
El ministerio de Universidades fue consultado por los Mossos d’Esquadra para hacer la comprobación. Lo que se constató es que, efectivamente, no existía título universitario alguno expedido a nombre de esta mujer. El mayor damnificado habría sido el hospital de Berga, donde estuvo siete meses después de que, en la entrevista de trabajo, la joven mostrara una captura de pantalla en el teléfono donde constaba su supuesto número de colegiada.
Irregularidades en la contratación
No obstante, la institución ha asegurado haber encontrado regularidades en el proceso de contratación, por lo que ha resuelto despedir a su director de Recursos Humanos. Además, han aclarado que, debido a su poca experiencia previa, la muchacha siempre atendió a los pacientes acompañada de un médico supervisor más veterano y en casos de baja peligrosidad, por lo que no habría habido peligro real de haber incurrido en una negligencia fatal.
A la detenida se le imputan cuatro delitos de intrusismo profesional, falsificación de documento público y usurpación de estado civil. Una treta que acabó dilatándose en el tiempo y que, afortunadamente, no ocasionó accidentes mayores para los pacientes. Las alarmas saltaron después de que diera el aviso a las autoridades una firma de servicios sanitarios donde esta persona había intentado acceder a un puesto de trabajo. Durante su período en Berga llegó incluso a firmar recetas e informes médicos.