Liberan a una mujer secuestrada por su padre en Usera en una habitación-cárcel con un orinal
El varón fue detenido pasando a disposición de la autoridad judicial como presunto responsable de los delitos de malos tratos en el ámbito familiar y detención ilegal.
Agentes de la Policía Nacional han liberado recientemente a una mujer (de 30 años) retenida por su padre (de 56) en un domicilio del distrito madrileño de Usera, ha informado la Jefatura Superior de la Policía de Madrid en un comunicado. Ambos son de origen chino.
Al parecer, el individuo mantenía a su hija encerrada bajo llave en un dormitorio muy pequeño, sin acceso a agua corriente y con un orinal para realizar sus necesidades rápidamente, obligándola a reparar una gran cantidad de teléfonos móviles en “condiciones insalubres”.
Los hechos
La intervención policial tuvo lugar el pasado jueves, cuando la víctima logró contactar con la policía a través del Centro Inteligente de Coordinación Mando y Control, antes llamada sala del 091. En la llamada, la joven informó de que llevaba encerrada varios días en una habitación.
Al llegar al domicilio, les abrió la puerta un varón y, gracias a las rápidas gestiones de todos los agentes, encontraron un dormitorio con cerraduras, tanto en la puerta como en la ventana, donde estaba la hija de este hombre en estado de nerviosismo y con lesiones en la cara.
No es la primera vez
Por si fuera poco, comprobaron que en el interior tenía un orinal para hacer sus necesidades y que no tenía ni agua, contando incluso la estancia con condiciones insalubres. La joven, incluso, llegó a afirmar que esta no era la primera vez que su padre la encerraba.
De hecho, en otras ocasiones la había encerrado por períodos más largos de tiempo, obligándola a realizar trabajos de reparación de teléfonos, tanto de alta como de baja calidad. Afortunadamente, el macabro plan de este padre familiar ha llegado a su fin.
Sanción
Ante este panorama, el padre fue detenido en su propio domicilio como presunto autor de un delito de malos tratos en el ámbito familiar -que conlleva una pena de hasta un año de prisión- y de detención ilegal, castigada con hasta ocho años de prisión al tratarse de un encierro a los 15 días de duración.
O al menos así queda recogido en el artículo 162.2 del Código Penal. En total, el padre se enfrenta a una pena máxima de nueve años y ha pasado a disposición judicial. Las redes sociales han recibido la noticia de forma positiva, al acabar así con “una verdadera injusticia” y con algo que “no debería estar sufriendo” ningún ser humano.
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