Despiden a un gerente de Mercadona por sus romances laborales y grabar conversaciones para solucionar el conflicto
El directivo fue despedido disciplinariamente, sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia de Aragón lo ha declarado improcedente.

En cualquier lugar se puede presenciar una telenovela, incluso en un Mercadona. Y es que la historia de un gerente de la cadena, sus relaciones sentimentales y un despido que acabó en los tribunales reúne todos los ingredientes de un drama de sobremesa.
El protagonista del caso mantuvo primero una relación con una trabajadora de la empresa, con la que tuvo un hijo. Tras separarse, inició un nuevo romance con otra empleada. La situación derivó en roces constantes entre ambas mujeres, hasta el punto de que un coordinador de Mercadona ordenó que no coincidieran en la misma tienda para evitar enfrentamientos.
En paralelo, el gerente denunció a su expareja por trato degradante y convocó, con el visto bueno de recursos humanos, una reunión multiconferencia para abordar el conflicto. Sin comunicárselo a nadie, grabó las conversaciones y más tarde las presentó en el procedimiento penal contra su primera pareja. Lo que no sabía es que ese acto le costaría su puesto, por lo menos temporalmente.
Un despido fulminante… que acaba siendo improcedente
Al descubrirlo, la dirección de Mercadona despidió al gerente por “desobediencia muy grave, deslealtad, abuso de confianza y uso indebido de medios”. El Juzgado de lo Social de Zaragoza avaló en primera instancia la decisión de la empresa, declarando el despido procedente.
Sin embargo, el cesado recurrió ante el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA), que en sentencia 1146/2025, de fecha 4 de julio, revocó la decisión inicial. El tribunal hizo constancia que, con la doctrina del Tribunal Constitucional (STC 114/1984) en mano, grabar conversaciones en las que uno mismo participa no vulnera el secreto de las comunicaciones, siempre que no se trate de interceptar conversaciones de terceros.
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Aunque el TSJA considera que la conducta del gerente fue “desleal y no correcta”, concluye que no alcanza la gravedad suficiente para justificar un despido disciplinario, ya que solo una violación grave y culpable de la buena fe contractual puede sostenerlo. En consecuencia, Mercadona deberá readmitirlo en un plazo de cinco días o, en caso contrario, abonarle una indemnización de 95.785,74 euros.
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