Descubrimiento histórico en Cartagena: una fosa romana para gladiadores y fieras
La fossa bestiaria se hallaba justo debajo de la arena y permitía que tanto gladiadores como fieras aparecieran de repente en pleno centro del anfiteatro.
Cartago Nova fue, en su día, la ciudad más importante de toda la Península. Fue el destino que eligió como centro de operaciones el imbatible general cartaginés, Amílcar Barca, tras las primeras Guerras Púnicas y desde sus puertas partió su hijo, Aníbal, junto a su ejército y sus elefantes hacia Roma, para iniciar la segunda contienda de Cartago contra el Imperio Romano. Aunque su pasado imperial hoy en día parezca lejano, de vez en cuando un nuevo descubrimiento arqueológico recuerda a sus ciudadanos que el suelo que pisan fue una vez el de uno de los enclaves más codiciados de todo el Mediterráneo.
Fossa bestiaria
Una de las mayores pruebas visuales del pasado romano cartaginés es su anfiteatro, el edificio de espectáculos por antonomasia de la época, que en la actualidad está siendo restaurado y musealizado. La restauración del lugar ha provocado que se lleven a cabo diferentes excavaciones arqueológicas para poder descubrir las partes escondidas de este gigante de 2.000 años de antigüedad, que desde el siglo XIX funciona también como plaza de toros. En una de estas excavaciones más recientes los arqueólogos han dado con una de las zonas más impactantes de un anfiteatro: la fossa bestiaria.
Ingeniería romana
Se llama fossa bestiaria al espacio que se encontraba por debajo de la arena donde luchaban los gladiadores y que se usaba para guardar a las fieras que participarían en los combates. El diseño es sencillo: por debajo del suelo se cava un enorme agujero que divide a la arena en dos, y presenta una forma estrecha a los lados y se ensancha, a lo largo y a lo ancho, cuando llega al centro. A continuación se ponen unos pequeños pilares que sostendrán las tablas de madera encima de las cuales se tirará la arena que hará de suelo. Este diseño permite que, al retirarse las tablas de madera, tanto los gladiadores como los animales “aparecieran” de repente en el centro del anfiteatro, suscitando la sorpresa de todos los espectadores.
Restauración
Las visitas a esta nueva parte del anfiteatro no estarán permitidas hasta el próximo verano, según ha confirmado la alcaldesa de la ciudad, Noelia Arroyo. Por el momento el descubrimiento permanecerá cubierto, ya que se están llevando a cabo las obras de reconstrucción del edificio, que ya han completado un 30% del mismo y que deberían finalizar en 2025. Actualmente se está llevando a cabo una recreación de un tramo del muro perimetral de la grada, que medía entre dos y tres metros de altura y se utilizaba para proteger al público de un posible ataque de las fieras.
También se ha encontrado en uno de los muros hasta once capas de pintura realizadas en la época romana, lo cual evidencia el uso prolongado que se le dio a este tipo de edificios. Además de la fossa bestiaria se han identificado las escaleras que daban acceso a esta e incluso la huella donde se debían dejar los tablones de madera que se colocaban para cubrirla.