Desconcierto entre los arqueólogos con unas inquietantes marionetas de 2400 años de antigüedad: “Son como actores de arcilla”
Caracterizadas por tener la boca abierta, la pareja de profesionales ha descubierto cinco marionetas; dos de entre 10 y 18 centímetros, y otras tres de 30 centímetros de altura.
Un grupo de arqueólogos de la Universidad de Varsovia ha descubierto un conjunto de antiguas marionetas de barro de más de 2.400 años de antigüedad en San Isidro, El Salvador.
Hallados por los científicos Jan Szymański y Gabriela Prejs, se tratan de figurillas de Bolinas, unos raros artefactos similares a marionetas que ya han sido encontrados con anterioridad en otros lugares de Centroamérica, como el Tak’alik Ab’aj en Guatemala.
Caracterizadas por tener la boca abierta, la pareja de profesionales ha descubierto cinco marionetas; dos más pequeñas, de entre 10 y 18 centímetros, y otras tres de mayor tamaño, unos 30 centímetros de altura.
Estas figurillas de Bolinas tienen cabezas desmontables y pequeños orificios en el cuello y el cráneo, pensados para pasar una cuerda por dentro y poder controlar los movimientos del muñeco.
“Son como actores de arcilla. Cuando los tienes en la mano, a veces incluso dan miedo por sus vívidas expresiones”, asegura Jan al periódico Science.
El sitio de San Isidro es un complejo de estructuras erigidas por una comunidad desconocida y que todavía continúan sin excavar. De acuerdo con los investigadores, las figurillas se encontraron mientras excavaban la cima de la estructura piramidal más grande, y descubrieron gracias a la datación de carbono que fueron hechas entre el 410 y el 380 a. C.
“Este hallazgo es solo el segundo grupo de este tipo hallado in situ, y el primero que presenta una figura masculina”, afirma la pareja.
De acuerdo con las primeras teorías, estas versátiles marionetas podrían haber sido utilizadas en rituales que involucrarían la “recreación de eventos reales o míticos”.
“En el pensamiento mesoamericano, aún visible hoy en día, recrear algo era, en realidad, crearlo. Sí un gobernante decidía encargar una escultura de sí mismo, en realidad se clonaba, permitiéndose velar por su pueblo incluso cuando estaba ausente”, explica Jan.
Una cultura por descubrir
A diferencia de otros países vecinos, la historia precolombina de El Salvador continúa siendo bastante desconocida. La alta densidad poblacional junto con el gran número de volcanes activos hace muy difícil que se lleven a cabo excavaciones complejas.
Estas figurillas han sido halladas también en Guatemala y otras partes de El Salvador, y los colgantes de jade desenterrados en las cercanías presentan importantes similitudes con descubrimientos de Nicaragua, Panamá y Costa Rica, por lo que los habitantes de San Isidro podrían haber tenido fuertes vínculos con comunidades lejanas.
“Este descubrimiento contradice la idea predominante sobre el atraso cultural o el aislamiento de El Salvador en la antigüedad. Revela la existencia de comunidades vibrantes y de gran alcance, capaces de intercambiar ideas con lugares notablemente distantes”, concluye Jan.
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