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Denuncian al conductor de un bus escolar por dar frenazos para que los niños se golpeen

Uno de los pequeños se hizo un corte en la mejilla, y el chófer se enfrenta a una treintena de cargos por delitos de abuso infantil

Denuncian al conductor de un bus escolar por dar frenazos para que los niños se golpeen

Los medios estadounidenses se han hecho eco en los últimos días de suceso que ha suscitado gran polémica en el céntrico y cuadrangular Estado de Colorado. El conductor de un autobús escolar, presumiblemente harto de que los niños -siendo niños- no se estuvieran quietos en sus asientos, decidió darles una lección que no olvidaran. Sin embargo, el método que escogió para el escarmiento, además de poco ortodoxo, probablemente es también delictivo.

Después de recordar a los pequeños viajeros la importancia de sentarse correctamente, el chófer creyó pertinente hacer una demostración práctica. Sin previo aviso, y con evidente falta de juicio, dio un fuerte frenazo para provocar que los alumnos salieran disparados y se golpearan con el sitio de delante. Un acto irreflexivo y temerario que pudo haber causado incidentes graves.

De hecho, uno de los pupilos sufrió un corte en la mejilla a causa del violento zarandeo. Los hechos fueron captados por la cámara de seguridad del vehículo. En el vídeo, se puede ver claramente el desarrollo de los prolegómenos de la escena, la ejecución y el posterior desasosiego causado en los asustados infantes. Uno de ellos, incluso se preocupa por su compañero de al lado diciendo: “¿Por qué habrá hecho eso? ¿Estás bien?”.

Pasarse de frenada

Huelga decir que el trabajador ha sido fulminantemente despedido. De hecho, la cosa no se ha quedado ahí. Se han emprendido medidas legales y se enfrenta a una treintena de cargos leves por abuso infantil. Porque, por muy revoltosos que sean los niños, eso no justifica hacer algo que pone en peligro claro su integridad física -y que de hecho acabó causando una lesión a uno de ellos-.

Las imágenes han dado la vuelta a internet y, sorprendentemente, han suscitado reacciones encontradas. Algunos ven en esta acción un intolerable comportamiento de un adulto que tenía menores a su cargo. Sin embargo, muchos otros han salido en defensa del conductor, remarcando las “buenas intenciones” en su proceder y, yendo aún más allá, asegurando que “les enseñó a los pequeños una valiosa lección sobre seguridad vial”.

En cualquier caso, multitud de usuarios coinciden en que las represalias sufridas por el protagonista de este suceso son, a todas luces excesivas. Que, aunque pueda ser entendible el despido, imputarle treinta casos de abuso infantil es pasarse de frenada -algo que es, precisamente, lo que le metió en todo este embrollo-. Una nueva historia polémica que llega de Estados Unidos, el país de las historias polémicas.