Compran una mansión por 20.000 euros y a los pocos meses vuelve a estar en venta: “Tiramos la toalla”
Una pareja adquirió una casa señorial abandonada en Treignac, pero tras describir la magnitud de las reformas renunciaron a la propiedad, que ahora vuelve al mercado.
En junio de 2024, una pareja parisina compró una imponente mansión de 304 m² en Treignac, un pintoresco pueblo del departamento francés de Corrèze, por tan solo 23.000 euros en una subasta. La propiedad, construida en 1902 y deshabitada desde 2011, había sido recuperada por el ayuntamiento tras una larga búsqueda infructuosa de sus anteriores propietarios, un matrimonio extranjero divorciado e inubicable.
A pesar de la ilusión inicial, los nuevos dueños pronto se enfrentaron a una realidad abrumadora: la casa requería una restauración integral. Los daños estructurales, la presencia de hongos y la necesidad de renovar techos y suelos elevaban el presupuesto de rehabilitación a cifras astronómicas. Estimaciones municipales calculaban al menos 300.000 euros en obras, incluyendo 32.000 euros para eliminar la podredumbre y 90.000 para el tejado.
La mansión vuelve al mercado
Ante la magnitud de los trabajos y costes asociados, la pareja decidió abandonar el proyecto en diciembre de 2024: “Tiramos la toalla”, dicen. Desde entonces, la propiedad ha sido nuevamente puesta en venta con un precio de salida de 20.000 euros en una subasta programada para el 21 y 22 de mayo de 2025.
El ayuntamiento de Treignac espera atraer a nuevos compradores, ya sean familias o inversores, que estén dispuestos a asumir la rehabilitación de la casa.
La mansión ofrece un gran potencial. Su estructura permite dividirla fácilmente en tres apartamentos, lo que podría contribuir a aliviar la escasez de viviendas de alquiler en la zona. Además, su ubicación y cercanía a Tulle la convierten en una inversión atractiva para quienes buscan proyectos de restauración con valor patrimonial.
La historia de esta mansión no es un caso aislado en Francia. Numerosas comunas se enfrentan al desafío de gestionar propiedades abandonadas cuyos propietarios son desconocidos o han fallecido sin herederos. Mediante procedimientos legales, los ayuntamientos pueden recuperar estos inmuebles y ponerlos a la venta a precios muy bajos, con la esperanza de que nuevos propietarios los rehabiliten y contribuyan al desarrollo local.
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Sin embargo, estos proyectos requieren una inversión significativa y un compromiso a largo plazo. Los compradores potenciales deben estar preparados para afrontar, no solo los costes de adquisición, sino también los de restauración y mantenimiento, que en muchos casos superan con creces el precio de compra.
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