Científicos, atónitos ante la pirámide sumergida situada en el hipotético continente de Lemuria
La gran roca submarina de Yonaguni todavía genera debate: no se conoce si se hizo por capricho de la naturaleza o del humano.


El suelo que ustedes pisan no siempre estuvo ahí, o al menos no de la forma que ahora lo ven. El movimiento de las placas tectónicas ha permitido que un único continente, llamado Pangea, se partiera en otros tantos y, con la humilde ayuda del paso del tiempo, el suelo que usted pisa se encuentre en América, Europa, Asia, África, Oceanía o Antártida. La ciencia ya ha explicado los movimientos de la Tierra, pero ni el científico más práctico se mantiene impasible ante los misterios del mundo, ni deja de preguntarse, de vez en cuando, cómo es posible esto o aquello.
Cómo es posible, también, que la naturaleza haya delineado tan perfectamente una roca, que haya creado escaleras antes de que existiera la propia idea de escaleras, todo esto sin la intervención humana. La ciencia lleva años debatiendo si la estructura submarina de Yonaguni, en Japón, fue fabricada por la naturaleza en uno de sus caprichos, o bien fue la mano humana quien la erigió.
Yonaguni es un espectáculo submarino que quizás, hace muchos años, estuvo en la superficie. Tiene el tamaño de cinco campos de fútbol y la altura de un edificio de ocho plantas. Sus muros parecen haber sido cincelados, son uniformes, forman diferentes alturas y peldaños que las conectan. ¿Se formó con la intervención del hombre? El debate está abierto.

Masaaki Kimura fue uno de los primeros científicos en investigar la estructura. Llegó a la conclusión de que la roca fue construida por humanos en lo que fue el continente de Lemuria, una gran extensión de tierra propuesta por Philip Lutley Sclater en el siglo XIX que supuestamente se habría hundido en el Índico.
Noticias relacionadas
Otros investigadores creen que las formas regulares de Yonaguni son producto de la erosión natural y de los movimientos de las placas tectónicas. El explorador español Diego Cortijo, fundador de Ruteon, visitó la estructura y, en la web, explica que “la simetría de las líneas de corte, los supuestos caminos y pozas talladas hacen que la teoría de un origen natural parezca improbable para muchos”.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí





Rellene su nombre y apellidos para comentar