RUTA INTI

Carta a los padres de los ruteros Inti: sus hijos están bien

Diario AS viaja hasta Perú con Ruta Inti. Esta es la primera crónica de la expedición, una carta dirigida a los padres de los ruteros.

Carta a los padres de los ruteros Inti: sus hijos están bien
Mario Espinosa de los Monteros / Diarioa
Mario Espinosa de los Monteros
De El Ejido (Almería), estudió periodismo en Málaga y trabajó en Cope y La Opinión de Málaga. En Madrid hizo un máster en periodismo internacional. Inquieto por naturaleza, le interesa la geopolítica, la exploración, la aventura y el conflicto de Israel y Palestina. Hizo los cursos de periodismo de viajes de El País y de televisión de Atresmedia.
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Como el título sugiere, este artículo va dirigido a todas las personas que hace años decidieron cometer el acto reproductivo, y ahora, el fruto de tan feliz encuentro deambula por Perú, junto a Ruta Inti y a otros tantos chicos y chicas de su edad. Este domingo ha comenzado la 11ª edición de Ruta Inti, una expedición académica que se lleva de viaje a unos 200 jóvenes españoles cada año. Este 2025 toca Perú, y Diario AS se ha unido al viaje. Podrán leer las crónicas de esta odisea en nuestra web y redes sociales.

Volvamos al tema. Ustedes, los padres de los ruteros, han mandado al otro lado del charco a sus pequeños discípulos y tienen el derecho de saber cómo les va. Sus casas son ahora un remanso de paz, aprecian por fin el silencio del hogar, secuestrado desde hace años por criaturas adolescentes. Pero también están ustedes preocupados. Escuchen: sus hijos están de maravilla, han hecho amigos incluso antes de aterrizar, están bien abrigados y bien alimentados. Han dejado Instagram y TikTok.

Lo que sienten ustedes no es más que un cruce atómico de emociones. Hay inquietud por sus hijos, pero también el gozo por lo que van a vivir. Hay miedo y otro tanto de envidia en sus cuerpos de padres, porque claro que le gustaría estar aquí y ver estos lugares, Cuzco, histórica capital inca, los Andes, montañas milenarias, el Amazonas, una selva tan inmensa que a vista de pájaro se confunde con el océano. La fórmula es explosiva y la conclusión, en el fondo, es solo una: qué suerte estar aquí.

“Yo no pienso coger mucho el móvil. Me he comprado una SIM solo para avisar a mi madre”, dice una rutera. Los niños están totalmente comprometidos con sus deberes de hijos, unos más que otros, para qué les voy a engañar, tampoco vengo a descubrirles nada: saben perfectamente a qué grupo pertenece su retoño. Este año, en Inti (el dios del Sol en la mitología inca) hay tantos tipos de ruteros como formas de ser. Intrépidos, inconscientes, cautos, miedosos, tranquilos, nerviosos. Los hay más o menos extrovertidos. Graduados, estudiantes y desorientados en su futuro. Los hay del Madrid (uno de ellos dice que AS es antimadridista), del Barça y del Atleti. En esta amalgama de personas y de formas de entender el mundo nace Ruta Inti, con un denominador común, el deseo de descubrir este planeta.

En definitiva, les recomendamos no sucumbir al pánico y nerviosismo porque sus hijos están genial, y mientras ustedes se encuentran angustiados porque su mochuelo ha salido del nido, este, probablemente, esté riéndose con alguien que acaba de conocer. La Ruta Inti acaba de comenzar y en el horizonte solo brilla un sol que pronostica vida y aventuras.

Primer día de Ruta Inti: Cuzco, capital inca

El día 0 de Ruta Inti transcurre como estaba planeado. Todos los participantes, que son cerca de 200, llegaron al Colegio Franciscano de Cuzco, que nos acogió con toda la hospitalidad que se puede desear tras un largo viaje. El padre franciscano, Wilder, ha gestionado nuestra estancia aquí, y automáticamente pasa a ser la figura más respetada. Vestido con la sotana franciscana, se marcha haciendo la V con los dedos, como Churchill, un gesto que para su orden significa “paz y bien”. Lleva gafas de sol, un peinado bien regio (en Perú sirve para decir que algo es ‘estupendo’) y un halo de persona maja de categoría.

Es aquí, en el colegio franciscano, donde los antiguos ruteros que también repiten este año, se reencuentran con otros ‘repetidores’, y se abrazan tras mucho tiempo sin verse. Aquí extendemos esterillas y colchonetas hasta cubrir prácticamente todo el parqué, y pasamos la noche a bajo cero metidos en los sacos. No cabe una mochila de aventura más en este pabellón, y no sorprendería en absoluto que apareciese el CEO de Decathlon para dar las gracias, o para dar un patrocinio, qué menos.

Carta a los padres de los ruteros Inti: sus hijos están bien
Mario Espinosa de los Monteros / Diario AS

Pero si dan ganas de patrocinar algo es Cuzco, una ciudad pasmosa, incrustada entre montañas, que pareciera haber brotado de la tierra poco a poco hasta formar la considerada urbe más antigua de América. Es colorida, es empedrada, tiene rastros del colonialismo español y se come rabiosamente bien (aunque algunos rechacen el cuy, una especie de roedor frito). Esta ciudad es la base de operaciones de todos aquellos que quieran caminar hasta la conocida ciudad inca Machu Picchu.

Carta a los padres de los ruteros Inti: sus hijos están bien
Mario Espinosa de los Monteros / Diario AS

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Edurne Pasaban, la primera mujer en subir las 14 montañas más altas del mundo, alpinista de renombre, es embajadora de Ruta Inti 2025. Nos cuenta que estuvo hace 30 años aquí. “Aunque ha pasado mucho, recuerdo que no era tan grande. Ha cambiado mucho”, explica a AS. Según la Cámara de Comercio, Industria, Servicios, Turismo y de la Producción del Cuzco, más de un 60% de personas en la ciudad percibe ingresos directa e indirectamente del turismo, y “gran cantidad” de los turistas que viajan a Perú “lo hacen para conocer Machu Picchu”.

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