Carlos Cenalmor, especialista en gestión del estrés: “La buena gente que se toma en serio su trabajo es la que se acaba quemando”

El ‘burnout’ está cada vez más presente en la vida de muchas personas y, al contrario de lo que pueda parecer, no suele manifestarse la gente despreocupada o poco implicada. Según el psiquiatra Carlos Cenalmor, quienes más se queman son los trabajadores responsables, los que intentan hacerlo todo bien y asumen más carga de la que pueden. No se trata del típico perfil que parece sacado de ‘El lobo de Wall Street’, sino de personas que simplemente se exigen demasiado.

En el pódcast Morir de Éxito, Cenalmor explica que el problema empieza cuando alguien deja de pararse a pensar si está realmente bien. Al acumular responsabilidades y horas de trabajo, se van dejando de lado el descanso y la vida personal. Con el tiempo, la motivación inicial desaparece y el agotamiento comienza a asomar. “El perfil de una persona con ‘burnout’ es alguien apasionado que acaba perdiendo la pasión porque se desgasta”, señala. Muchas personas cambian de empresa como solución desesperada para sentirse más aliviadas, pero a los pocos meses vuelven a sentirse igual. “Un día te das cuenta de que ya no disfrutas ni de tu trabajo ni de tus amigos”, resume el Cenalmor.

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El ‘burnout’ puede hacer que tu cuerpo enferme

El psiquiatra también habla desde su propia experiencia personal: él mismo pasó por dos episodios de ‘burnout’ antes de desarrollar un método propio de recuperación. Su enfoque combina gestión emocional, organización del día a día y revisión de prioridades para recuperar energía y equilibrio. Las consecuencias de ignorar las señales pueden ser graves: “Empiezas a enfermar”, advierte Cenalmor. “He visto infartos, perforaciones intestinales y úlceras causadas por el estrés”. En países como Suiza, recuerda, incluso hay carteles en los autobuses que alertan del peligro del ‘burnout’.

Para él, la clave está en aprender a escucharse a uno mismo y tomarse las cosas con calma. El ‘burnout’ no es un signo de debilidad, sino el resultado de querer abarcar más de lo que podemos soportar. Por eso, insiste en que para no acabar quemado con tu vida laboral, lo más importante es hacerse una pregunta: “¿Yo estoy bien?”.

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