Cambio horario marzo 2024: ¿se adelanta o atrasa el reloj? ¿Se duerme más o menos? ¿Amanece antes o después?
A las 2:00 de este 31 de marzo habrá que adelantar los relojes una hora, por lo que esa noche la mayoría de las personas dormirá menos
Se nota que llega la primavera. No solo en las flores y los verdes que vuelven a asomar, sino también en el sol. Los días son más largos, las temperaturas más altas y ya apetece de nuevo salir a la calle a pasear o sentarse en la terraza a tomar un aperitivo.
Para adaptarse a los ciclos de la nueva estación, desde 1974 en España se produce en marzo un cambio horario que hace que la gente esté activa durante más horas de luz, reduciendo el consumo energético e incentivando el ahorro. O al menos, esa es la finalidad con la que surgió esa práctica.
Esta medida, que lleva décadas implantada en la mayor parte de Europa, tiene toda una legión de detractores. De hecho, la Unión Europea ya ha puesto sobre la mesa la posibilidad de erradicarla para siempre, pues algunos indicadores apuntan a que el cambio horario podría no ser tan útil como se pensaba en lo referente al ahorro de energía, ya que se considera nimio su impacto en la economía y grande su potencial disrupción en las rutinas de la gente.
Los planes iniciales de los europeos eran alcanzar un consenso comunitario acerca de esta cuestión antes de 2019. Al no conseguirlo, se postergó el periodo de negociación hasta 2021, fecha que al final ha resultado ser poco realista. Las negociaciones son intensas, pero no todos los países y organismos tienen la misma opinión sobre cuál debería ser el futuro del cambio horario, así que, de momento, se seguirá haciendo.
¿Se adelanta o atrasa el reloj? ¿Se dormirá una hora menos o más?
A las 2:00 horas del domingo 31 de marzo habrá que adelantar los relojes en España, por lo que la mayoría de las personas dormirán una hora menos. Este es uno de los principales puntos negativos del cambio, puesto que puede afectar a los ciclos de sueño y provocar episodios de insomnio, fatiga y cansancio en aquellos que sean más susceptibles a las modificaciones de sus rutinas. Además, amanecerá más tarde y se pondrá el Sol más tarde.
El tiempo dirá si el continente dejará pronto atrás los cambios de hora. Pero, hasta entonces, no queda otra que tratar de adaptarse lo mejor y más rápido posible. Y, sobre todo, ser precavidos para que afecte lo menos posible a nuestro día a día. Por ejemplo, aquellos que tengan ocasión de ello, podrían anticiparse a la pérdida de 60 minutos e irse antes a dormir la noche del 30 al 31 de marzo. Así, la primavera sorprenderá sin ojeras.