Blas Martín, dueño de un taller: “Los jóvenes dicen que no van a venir a trabajar aquí por 1.200 euros”
Martín, responsable de un taller de carpintería metálica, asegura que le cuesta lo mismo mantener a una persona con años de experiencia que a un recién llegado.


El paro juvenil en España es uno de los grandes problemas a los que se enfrenta el mercado laboral. De acuerdo con los últimos datos de Eurostat, España es el país europeo con mayor tasa de desempleo entre los menores de 25 años (con un 25%), por delante de Rumanía y Suecia (un 23,5 y un 23,6%, respectivamente). Todos ellos muy lejos de Suiza, que apenas supera el 3,1%.
Y, especialmente, este problema se concentra en trabajos ‘tradicionales’, que implican más un desempeño físico, frente a los empleos que surgen con el avance de las nuevas tecnologías. Una mano de obra que se echa en falta en profesiones como las de albañil, conductor de camiones, fontanero, cocinero o soldador. Una realidad que expone Blas Martín, responsable de un taller de carpintería metálica en Granada.
En una charla con el podcast Sector Oficios, aborda, entre otras cosas, el tema del salario. “Los jóvenes dicen que no van a venir a trabajar aquí por 1.200 euros”. Pero, matiza, este salario pronto se ve incrementado. “No tienen en cuenta que a los tres meses puede subir a 1.500 euros y al siguiente año puedes cobrar 1.700 o 1.800 euros”, asegura.
El soldador asegura que está dispuesto a pagar nóminas de 2.000 euros por trabajador. “No me importa pagar 2.000 euros si el chaval me saca el trabajo adelante, pero tiene que sacarlo. Lo que no puedo hacer es sacarme el dinero de mi bolsillo para pagar”. Y es que para él no es barato mantener a un trabajador en su plantilla, debido a los altos costes del seguro de un peón (cercano a los 1.000 euros). “Tengo que pagar lo mismo por una persona de prácticas que por otra que tiene 20 años de experiencia”, precisa.
Crítica a los ‘cursos rápidos’ sin prácticas
Esta es una de las razones por las que se apuesta por profesionales experimentados antes que dar la oportunidad a recién llegados al sector: a igualdad de costes, se prefiere una rentabilidad mayor. Sin embargo, reconoce que los salarios en el sector son competitivos y las condiciones son buenas. “El horario es cómodo, con los fines de semana libres”.
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Por otro lado, critica aquellos cursos que otorgan títulos de forma rápida y sin apenas tener experiencia real en el taller. Según explica, esto es algo que debe resultar fundamental entre los recién llegados, el hecho de realizar prácticas con profesionales del sector para aspirar luego a un salario de trabajador ordinario. Sin embargo, siempre hay excepciones: reconoce contar con trabajador de 26 años que realiza correctamente sus labores.
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