Aviso de la Policía Nacional sobre los ‘simpas’: “Te puede salir muy caro”
Estas actuaciones se consideran estafas, cuya sanción va desde la multa hasta los ocho años de prisión, dependiendo de la cantidad defraudada.
Un ‘simpa’ implica irse de un establecimiento sin pagar lo que se ha consumido, una práctica más extendida, especialmente en el sector de la hostelería y la restauración. Este tipo de prácticas suelen ser más recurrentes en verano, ya que aumenta el número de clientes y con ello aquellos que quieren disfrutar de algo y hacerlo evitando pagar el precio que supone.
Marcharse de un local sin pagar está considerado delito de estafa
Aunque en ocasiones llevar a cabo esta práctica puede parecer algo muy sencillo al haber grandes aglomeraciones o aprovechando el despiste de los trabajadores, la realidad es que este tipo de prácticas puede tener consecuencias nefastas para el que comete la infracción. Así lo ha explicado la Policía Nacional (@policianacional) a través de su cuenta en la red social TikTok.
La publicación cuenta ya varios cientos de miles de reproducciones tras llevar apenas unas horas publicado y otros miles de ‘Me gusta’. Según el vídeo, “si te vas sin pagar lo que has consumido, puedes estar cometiendo un delito de estafa. Te puede salir muy caro”. En cuanto a las penas por este delito, van desde una multa en los casos leves hasta 8 años de prisión en los más graves, así se explica en dicha publicación.
El delito de estafa viene recogido en el Artículo 248 del Código Penal, “cometen estafa los que, con ánimo de lucro, utilizaren engaño bastante para producir error en otro, induciéndolo a realizar un acto de disposición en perjuicio propio o ajeno”. El castigo por este tipo de actuaciones contempla la pena de prisión desde el mes a los ocho años, siempre y cuando la cuantía defraudada no sea mayor de 400 euros.
La curiosa forma de evitar que los clientes se vayan sin pagar
Para evitar este tipo de actuaciones de los clientes, algunos gerentes de locales llevan a cabo actuaciones de todo tipo. Entre los ejemplos más comunes está obligar a los clientes a pagar la consumición en el momento en el que se sirve. No obstante, también hay otros muy curiosos, como el caso de la taberna Dulle Griet, en Bélgica, que obliga a sus clientes a dejar uno de sus zapatos a modo de ‘fianza’ para evitar que se vayan sin pagar.
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