Aurélie Sandler, experto en viajes: “No se trata de ver más, sino de vivir mejor”
El co-CEO de Evaneos nos cuenta cómo cambiarán las tendencias para 2026, menos viajes exprés y más duraderos, con experiencias reales, con recuerdos de vez y no un check rápido en el pasaporte.
¿Y si viajar no fuera solo moverse, sino quedarse? ¿Y si los mapas que miramos no son para encontrarnos, sino para perdernos? Evaneos, la plataforma de viajes personalizados y sostenibles, apuestan por otro tipo de viajes: a partir de 2026, recomendará estancias mínimas más largas según la distancia del viaje. ¿La razón? Reducir vuelos, apoyar a las comunidades locales y permitir que los viajeros vivan el destino de verdad.
Viajar genera casi el 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Por eso, quieren que cada viaje cuente más, y contamine menos. Si vas lejos, quédate más tiempo. Si puedes, elige tren en lugar de avión. Y si vuelas, hazlo con propósito. Aunque sus viajes ya duran más que la media (13 días), ahora quieren ir más allá: añadir entre 1 y 3 días más por viaje. Así, se reduce el número de vuelos, se impulsa la economía local y se crea una experiencia más rica para el viajero.
Objetivos 2026
- Viajes cortos (menos de 5.000 km): mínimo 7 días.
- Viajes largos (5.000–11.000 km): mínimo 10 días.
- Muy largos (11.000–13.000 km): mínimo 12 días.
- Ultralargos (más de 13.000 km): mínimo 14 días.
Para 2030, esperan que la media de duración llegue hasta los 23 días en los viajes más lejanos. Y es que Evaneos sabe que el mayor impacto climático no está en su actividad directa, sino en los vuelos y el consumo en destino. Por eso, su estrategia para la próxima década incluye viajar más cerca de casa, usar trenes en vez de aviones cuando sea posible, reducir emisiones en alojamiento y actividades, y, sobre todo, quedarse más tiempo.
Preguntamos para Diario AS a Aurélie Sandler, co-CEO de Evaneos, sobre qué gana un viajero cuando cambia una escapada exprés por una estancia más larga e inmersiva. “Alargar la estancia significa precisamente eso: disponer de tiempo para descubrir un destino sin prisas, perderse por sus calles, conocer a la gente local y vivir momentos que no caben en una escapada exprés. No se trata solo de “ver más cosas”, sino de vivirlas con calma y de forma más consciente. Además, este cambio responde también a una conciencia creciente sobre la huella ambiental: si la duración de nuestro viaje es más larga, viajaremos menos veces en total, lo que supone menos vuelos y por tanto reduce drásticamente el volumen de las emisiones. A su vez, estos viajes más inmersivos enriquecen enormemente la experiencia, porque dejan recuerdos más profundos y una sensación real de haber desconectado. Además dejan una huella, esta sí positiva, en las comunidades locales. Nosotros lo vemos como parte de una tendencia más amplia hacia el slow travel. Cada vez más viajeros buscan calidad en lugar de cantidad“.
¿Cómo se traduce, en la práctica, esa idea de viajar ‘más despacio’? “Imagina que en lugar de hacer cuatro escapadas cortas, decides hacer un solo viaje y quedarte más días. Eso te permite evitar vuelos internos porque tienes tiempo para poder moverte en tren o bici, probar la gastronomía local con calma, explorar zonas menos turísticas y disfrutar de momentos sencillos como ver atardecer en la playa sin mirar el reloj. Es una manera de viajar que conecta con el bienestar personal y con la tendencia de cuidarse también a través de las experiencias que elegimos. En Evaneos llevamos más de 15 años trabajando con agencias locales que diseñan viajes a medida, auténticos y responsables. Esto significa que cuando un viajero decide quedarse más tiempo, le ofrecemos propuestas que realmente aprovechan esa estancia extra: rutas menos transitadas, actividades sostenibles, experiencias culturales y de naturaleza que no se viven en un viaje exprés. Nuestra nueva recomendación de estancias mínimas es un paso más para alinear la experiencia del viajero con un turismo más consciente, beneficioso tanto para el planeta como para las economías locales".
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¿Esta tendencia hacia viajes más largos y menos frecuentes se consolidará en el futuro o es solo una moda pasajera? No creemos que sea una moda pasajera, sino una nueva forma de entender los viajes. Cada vez más personas buscan experiencias que de verdad les hagan desconectar, recargar energía y volver con recuerdos auténticos. En Evaneos ya vemos que la duración media de los viajes que gestionamos supera los 13 días, lo que confirma esa tendencia a quedarse más tiempo y vivir los destinos con calma. El viaje inmersivo no es solo más sostenible, también es más enriquecedor: te permite salir de los circuitos turísticos, conectar con la gente local y disfrutar de una experiencia transformadora. En definitiva, menos viajes exprés y más momentos que de verdad se quedan contigo".
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