Así se gestó la deserción de Kuzminov, el piloto ruso hallado muerto en España
La operación se había preparado en secreto durante varios meses, pero sin precisar cuándo tuvo lugar. El piloto ruso había recibido una recompensa de medio millón de dólares por proporcionar el equipo militar ruso a Ucrania.
Maxim Kuzminov, el piloto ruso que en agosto de 2023 desertó hacia Ucrania a los mandos de su helicóptero, habría sido asesinado en la localidad alicantina de Villajoyosa, de acuerdo a la información difundida por varios medios rusos y confirmada por las autoridades ucranianas.
“Podemos confirmar el hecho de la muerte”, ha asegurado el portavoz de la inteligencia militar de Ucrania (GUR), Andriy Yusov, al medio estatal Suspilne. El asesinato, al parecer, habría tenido lugar el pasado 13 de febrero. Ahora bien, todavía hay muchas incógnitas por resolver.
El principio del fin
La historia se remonta al pasado 9 de agosto. Kuzminov, mientras pilotaba su helicóptero (un Mi-8), aprovechó una misión cerca de la frontera para desertar. Después de volar a una altura muy baja, aterrizó cerca de Karkhiv y allí fue recibido casi con vítores por las tropas ucranianas.
Eso sí, no volaba solo: le acompañaban otros dos tripulantes rusos que estaban a bordo de la aeronave y que desconocían por completo el complot. Es por ello que, tras la negativa de rendirse, murieron tras el aterrizaje. Efectivamente, fueron abatidos por las fuerzas ucranianas.
La intrahistoria
La huida de Kuzminov fue utilizada como propaganda por Kiev, convirtiéndole en un héroe a ese lado del frente. Es más, los ucranianos eran los ‘cabecillas’ de esta operación: le dieron seguridad, documentos y una compensación de medio millón de dólares.
¿Y a cambio? Está claro. El piloto ofrecería el helicóptero Mi-8, además de información sobre la fuerza aérea rusa. El premio, sin duda alguna, buscaba alentar a otros militares rusos a seguir el ejemplo de Kuzminov y desertar hacia el bando de Kiev.
Operación en secreto
Cabe destacar que los responsables de la inteligencia detallaron que la operación se había preparado en secreto durante varios meses, pero sin precisar cuándo tuvo lugar. De hecho, semanas antes la familia del desertor había sido exfiltrada de Rusia y puesta a salvo.
Tanto es así que Kiev difundió imágenes de la operación y el propio Kuzminov transmitió su hazaña a cara descubierta. Por si esto fuera poco, argumentó que había decidido desertar por su oposición a la guerra de Vladímir Putin, ya que no quería formar parte de este conflicto.
Tras un tiempo, tomó la decisión de irse a vivir a España en vez de quedarse en Ucrania. Es en ese momento cuando la pista del piloto ruso se pierde y reaparece el pasado 13 de febrero. Ese día, dos sicarios mataron a balazos a Kuzminov y huyeron en un coche blanco que más tarde fue encontrado por la Guardia Civil.
Este episodio ha generado cierta controversia en redes sociales. La emisora Russia-1 había informado hace tiempo que la agencia de inteligencia militar rusa, el GRU, tenía la orden de eliminar a Kuzminov y que su ejecución era solo “cuestión de tiempo”. Y así ha sido.