Así es el modelo de familia ‘helicóptero’ que se extiende por España
Se trata de un tipo de crianza basada en la ‘sobreprotección’ de los hijos, lo que puede tener consecuencias negativas en la infancia.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) recoge que más de la mitad de hogares en España están formados por una pareja (con o sin hijos). De los 18 millones de hogares, casi 3 millones están formados por parejas sin hijos, casi 3 millones por parejas con un solo hijo y otros casi 3 millones por matrimonios con dos hijos.
Aunque la tasa de natalidad tiene una tendencia general en descenso, en los primeros meses de este año, las cifras de natalidad han sufrido un incremento del 2,83% con respecto al año anterior, según el INE. La forma en la que se va a llevar a cabo la crianza de los más pequeños es uno de los asuntos que más debate suscita entre los progenitores.
Un término que se ha ido popularizando
Uno de los últimos conceptos más conocidos es el de ‘padre helicóptero’. El término fue utilizado por primera vez en el libro Entre padre y adolescente, de Haim Ginott, donde un adolescente cuenta que es vigilado por su madre como si fuera un helicóptero. Este concepto poco a poco se ha ido popularizando con la llegada de ‘amenazas’ como las redes sociales.
Se trata de un estilo de crianza muy sobreprotector e involucrado en todos los aspectos de la vida de sus vástagos, incluso en algunos muy íntimos. Llevar a cabo este tipo de actitudes en exceso puede ser realmente perjudicial, ya que puede suponer una limitación en la libertad.
Aunque se trata de una actitud que se da más cuando son bebés o niños pequeños, en muchos casos continúan incluso cuando sus hijos crecen e incluso en la edad adulta. Un estudio desarrollado por la American Psychological Association, determina que esto conlleva diferentes problemas en la adolescencia, además que en la infancia puede suponer una peor regulación emocional y conductual.
Desconfianza o no saber afrontar ciertos sentimientos son algunas consecuencias
A pesar de las buenas intenciones, esto puede conllevar causar graves daños a sus hijos. Esto ocurre especialmente cuando se pasa de una crianza comprometida, con amor y aceptación, al miedo y la desconfianza. Los más pequeños podrían terminar haciendo cosas a escondidas por considerar que sus padres no confían en ellos.
La resolución constante de los problemas de los más pequeños puede dar lugar a que no sepan afrontar sentimientos como la decepción, la pérdida o el fracaso, además de impedir que dominen habilidades básicas, atrofiando el desarrollo cognitivo y emocional del niño.
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