Así es el Castillo de Balmoral de la casa real británica: abre por primera vez al público
Durante el recorrido, los visitantes podrán explorar 7 habitaciones, incluyendo la entrada, el comedor y la sala de dibujo. Las estancias permiten vislumbrar cómo era la vida en el castillo hace 190 años.
Desde hace varios meses, la familia real británica ha estado en el punto de mira. Primero, cuando se dio a conocer el cáncer de Carlos III, diagnosticado tras un tratamiento por un agrandamiento benigno de la próstata. Y segundo, cuando salió a la luz el diagnóstico al que se está sometiendo Kate Middleton.
Este mes de julio, ha vuelto a salir a escena, pero, esta vez, por algo positivo: el Castillo de Balmoral, de su propiedad, ha abierto sus puertas al público por primera vez en su historia, permitiendo a los visitantes adentrarse en la residencia de verano favorita de la difunta reina Isabel II. Sí, hasta el 4 de agosto.
Precio de las entradas
Las entradas, lanzadas el 2 de abril y agotadas en tan solo dos horas, tenían un coste de 100 libras (116 euros), a los que se les podía sumar 50 libras adicionales (58 euros) para tener una experiencia más completa tomando el tradicional té de la tarde dentro del castillo.
En redes sociales, como era de esperar, han existido opiniones tanto a favor como en contra del coste de las entradas. Los grupos de estas visitas serán de diez personas y, en ningún caso, se superarán los 40 turistas por día. Sin duda alguna, una experiencia íntima y exclusiva.
“Un lugar magnífico”
“Es un lugar magnífico, creo que el rey quiere que la gente lo vea. El público que haya conseguido una entrada saldrá habiendo visto la casa de vacaciones de la familia real. Eso es exactamente lo que es, parece muy acogedora”, ha desvelado el gerente de turismo de esta finca, James Hamilton-Goddard.
Durante el recorrido, los visitantes podrán apreciar a la perfección siete habitaciones del palacio, entre ellas, el vestíbulo, el comedor y la sala de arte. Cuidadosamente preservadas, estas estancias permiten hacerse una idea de cómo era la vida en el castillo hace 190 años.
¿Por qué llama tanto la atención?
Con 20.000 hectáreas, el edificio representa un lugar icónico de la familia real británica. Y es que, además de frondosos bosques, se crían más de 100 vacas de raza autóctona de la región, siendo una parte activa de la comunidad y la economía local.
Aunque la decoración no ha cambiado en 180 años, este refugio lleno de vida se ha adaptado a los avances tecnológicos: tiene un ascensor. ¿Y por qué produce tanta curiosidad entre personas de todas partes del mundo? Está claro: allí murió la reina Isabel II y su hijo, Carlos III y Diana de Gales, se hicieron las fotos de su luna de miel.
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